Como Yo Te Quiero (HyunMin)

Capítulo 8

Lo habían pasado muy bien. Hyunjin aprovechó a responder las preguntas que Seungmin tenía respecto a YeEun y Sunghae. También, se encargó se resolver todas las dudas de Hyunjin.

Hablaron largo y tendido sobre Sukyeol, de su embarazo, del nacimiento del niño y de sus primeros años de vida. Para ambos era realmente curioso que los niños se hubieran encontrado y, en parte, agradecían que estuviera sucediendo mientras aún eran pequeños. Seungmin le contó sobre su nuevo empleo, y que ahora vivían en un distrito del centro, de pasó, Hyunjin le habló sobre su departamento, a más o menos veinte minutos de distancia del hogar de Seungmin. Vivían relativamente cerca, sus hijos iban a la escuela juntos, y aunque para ambos suponía algo de nerviosismo todo el tema, parecían estar de acuerdo en muchas cosas.

Cuándo la noche cayó sobre ellos, Hyunjin insistió en llevarlos hasta su casa, Seungmin aceptó, puesto que ambos niños se habían dormidos y sería más fácil.

— Puedes ponerlo en la silla de bebés —le dijo Hyunjin , extrayendo del maletero una silla extra. Seungmin le miró, dubitativo—. Chris tiene un hijo también. Así que a veces lo llevamos a casa y tenemos una silla extra —resumió, antes de que Seungmin pensara otra cosa.

Seungmin pudo comprobar, al notar que el auto de Hyunjin estaba habilitado para niños, que era un buen padre. Suspiró acomodando la seguridad de la silla. Eso lo ponía a pensar que si en algún momento Sukyeol tuviera que ir con él, estaría seguro. Subió al asiento del copiloto. La situación entre ellos era demasiado caótica. No podían decirle a Sukyeol que Hyunjin era su padre, ni a YeEun que Seungmin era su tío. Eran niños y lo último que deseaban era crear una gigantesca confusión. Sobre todo porque parecían ser muy buenos amigos.

— ¿Podré tenerlo algunos días? —Preguntó Hyunjin, mirándolo de soslayo— Tú también podrás ver a YeEun cuando quieras.

— ¿Me dejarás tenerlo conmigo algunas veces? —Quiso saber, curioso por su confianza. Hyunjin asintió.

— Son familia, pueden verse cuando quieran. Tae y yo podríamos cuidarlos a ambos algunos días también.

Seungmin negó inmediatamente. No estaba listo para eso, no todavía. Desvió la mirada hasta la carretera, un pesado suspiro escapó de sus labios.

— Sé que tienes a Taehyun — murmuró, verificando que los niños durmieran—. Y aunque la idea no me encanta comprendo que en algún momento Sukyeol tendrá que pasar tiempo contigo y, por ende, con él. Pero... no estoy... listo.

— Comprendo, sin presiones —murmuró, aceptando su decisión.

— Pero... en serio quiero tener a YeEun conmigo —dijo, suspirando—. Así que considero que es justo que tengas el mismo derecho que yo. Puedes... llevar a Sukyeol contigo algunas veces. Sólo... no supongas que Taehyun y yo seremos amigos. Puedo entender que sea tu pareja, puedo entender que tendrá que convivir también con Sukyeol. Pero por favor... no pretendas que nos haremos grandes amigos.

— No voy a exigirte eso —le aseguró, deteniéndose en un semaforo—, pero te quiero a ti y a Sukyeol en mi vida y en la de YeEun, y eso ahora incluye a Taehyun.

Seungmin se lo pensó un momento, Hyunjin observó la luz roja que advertía el alto. Por años estuvo intentando soñar cada vez que los semáforos cambiaban de color. Krystal había dicho que del rojo al verde no hay tiempo suficiente para hacerlo, pero él lo había logrado y... al mirar a su costado y ver a Seungmin, se daba cuenta de que también había conseguido cumplir ese sueño. Estaban ahí, juntos. Él había pedido verlo aunque sea una vez más y se estaba cumpliendo. Y no solo eso, ahora también había algo más que lo unía.

Soslayó una sonrisa cuando la luz cambió a verde y puso el auto en marcha una vez más. Seungmin volteó a verle en ese momento.

— Hablame de Taehyun —le pidió, intentando proseguir esa conversación e intentar aceptar las cosas— ¿Cuantos años tiene? ¿A qué se dedica?