CAPÍTULO 3

903 71 37
                                    

Cuando menos me di cuenta ya estaba preparándome para salir con Coral, Victoria y sus amigos.

Me puse una camisa de color negro a conjunto de una falda del mismo color. Llevaba también unas medias de rejilla y unas botas en los pies. Me maquille muy ligeramente, y fui a por Coral a su habitación.

Estaba radiante, bueno, es que lo era. Su cuerpo se ceñía al vestido azul marino que llevaba y las medias transparentes le hacían que tuviera unas piernas extremadamente finas. Llevaba unos tacones, no muy altos, pero preciosos.

Nos hicimos una foto en el espejo antes de salir. Teníamos que recordar lo guapas que estábamos aquella noche.

Nos encendimos un cigarrillo de camino hacia el pub de la esquina de la calle en que vivíamos. Cuando llegamos Victoria y sus amigos aún no habían llegado, así que nos tocó esperarnos.

No tardaron mucho. De hecho, en menos de cinco minutos, un Mercedes color negro aparcó delante nuestro, y de ahí vimos salir a Victoria toda entusiasmada.

— ¡Estáis preciosas! — Chilló como una niña.

— Victoria, por dios, no chilles. — Se quejó el chico que salía del asiento de al lado.

Era un chico más alto que yo, con pelo largo e iba vestido un tanto raro. Además, tenía una pinta de borde increíble.

— Damiano, no me agües la fiesta.

Damiano, así se llamaba.

El tal Damiano me saludó con dos besos y se fue para adentro sin decir nada. Victoria suspiró bastante cansada, pero sonrió después.

— Es así de inútil siempre, pero no te preocupes, es majo.

Levante los hombros en signo de indiferencia, y ahí fue cuando lo vi. Iba vestido con unos pantalones negros y una camisa blanca a conjunto de una americana morada.

Creo que me quede tan embobada que no me di cuenta que el otro chico del al lado me estaba saludando hasta que no vi que me pasaba la mano por delante de mi cara.

— Ei, ¿estas ahí?

Moví mi cabeza para quitar todo lo que se me pasaba por la cabeza y extendí mi mano para saludarle.

— Soy Elina, encantada de conocerte.

— Lo mismo digo, yo soy Thomas.

Thomas, bonito nombre. El también era bonito, tenía una cara de niño preciosa.

Entró sonriéndome y yo me quede sola con el.

Ya estaba nerviosa.

Alargó su mano y yo le tendí la mía.

— Soy Ethan, Ethan Torchio.

Ethan, que bonito nombre por dios.

Elina, Elina Blanco.

— Encantando. — Añadió finalmente sonriente. — ¿Vamos adentro? Parece que nos hemos quedado solos aquí fuera.

Tenía razón. Estábamos solos. Todos habían entrado, hasta Coral.

Entramos en silencio y los encontramos al final de aquella sala, sentados en una mesa bastante grande.

Me senté al lado de Coral. Era con la única que me sentía segura de momento.

Pedimos todos nuestras bebidas. La gran mayoría pidieron bebidas extremadamente cargadas de alcohol, menos él y yo. Se ve que era el encargado de llevarlos luego a casa a cada uno.

Charlamos un poco, más que nada para conocernos entre nosotros.

Nos explicaron que tenían una banda, y que estaban empezando a ser famosos aquí en Italia. También, que habían dado un par de conciertos y que les encantaba todo este mundo.

Nos estábamos regodeando con famosos, madre mía.

Todos hablaban menos el. Menos Ethan. Se notaba que era algo tímido y le costaba integrarse, igual que a mi.

Aproveche que se habían ido todos a bailar para acercarme a él.

Me miró un poco extrañado pero tampoco se apartó cuando sin querer nuestras piernas rozaron la una con la otra.

Apoye mis codos encima de la mesa y ahí es cuando me decidí a hablar. Era raro que yo tomara la iniciativa en una conversación alguna vez.

— ¿Y que es de ti, Ethan?

El me miró un poco desconcertado.

— No se, no soy una persona muy interesante que digamos. Lo más importante lo sabes. — Respondió.

Se notaba que no le gustaba hablar. Lo entendía más de lo que él creía.

— Claro que eres una persona interesante. Bueno, a mi me lo pareces.

Mierda. Acababa de ser demasiado directa.

— ¿De verdad? — Dudó el.

Asentí. No podía echarme atrás. Ya lo había dicho.

— Pues supongo que gracias por interesarte. Siempre suelen fijarse en Damiano o Victoria antes que en mi.

Damiano y Victoria eran guapísimos, eso era innegable, pero él me parecía muchos más interesante.

— Te veo siempre en la cafetería, me pareces algo misterioso. — Añadí riendo.

Una ligera sonrisa se le escapó y eso provocó que mi risa aumentará.

— Pues no soy la persona más misteriosa que vas a conocer ni de lejos, más bien, diría que soy muy sencillo.

Me seguirás pareciendo misterioso hasta que te conozca bien, Ethan.

Muchas veces la sencillez es interesante.

Él volvió a sonreír.

— Creo que yo no entro en esas muchas, Elina.

Lo mire con fastidio. No podía tratarse así.

— Oh venga, Ethan, seguro que eres mejor de lo que tú te describes. No me creo que seas ese chico que tan poco interesa según tu.

El elevo los hombros en forma de "no se, tú sabrás lo que dices". Suspire y no quise decir nada más.

Me iba a ser más difícil de lo que pensaba conocerle, y realmente, tenía muchas ganas de ello.

El no confiaba en sí mismo, porque no era capaz de ver todo el potencial que tenía, y yo eso lo sabía con verle, y tenerle delante.

Solo había silencio entre nosotros, completo silencio,  así que decidí irme a bailar con Thomas. Era quien me había caído mejor además de Victoria, y tenía pinta de que iba a divertirme mucho si le seguía el rollo.

En la pista de baile me acerqué a él riendo y me siguió el rollo. Coral y Victoria estaban enrollándose detrás nuestro, así que decidimos no mirar.

Damiano estaba en la barra hablando con una chica. Seguramente estaba ligando con ella, así que no le dijimos nada.

Thomas se soltó a los minutos. Bailaba de una manera muy graciosa. Le pedí que me enseñara, pero era súper complicado. Acabe varias veces de culo en el suelo mientras Damiano, o mejor dicho, el borde de turno nos miraba mal a los dos.

No sé si fue que bebí un poco más, pero para que dejara de mirarnos le enseñe el dedo corazón y me miró con fastidio.

Thomas se río ante mi gesto, para luego seguir bailando.

L'amore sei tu // Ethan Torchio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora