CAPÍTULO 8

861 67 26
                                    

Narra Elina:

Al día siguiente amanecí algo mejor, pero no lo suficiente como para ir a trabajar. Tenía una gripe un tanto fuerte.

Me acorde de que anoche me quede dormida en los brazos de Ethan, y una sonrisa inmensa me salió. Creo que jamas había estado tan cómoda. Note también como me acariciaba el pelo, y por culpa de eso me quede profundamente dormida.

Decidí escribirle un mensaje de agradecimiento.

>> Muchas gracias por quedarte anoche hasta que me quede dormida. Te debo una. ❤️ <<

Y era verdad, le debía una, por cuidarme.

El no tardó casi nada en responder.

>> No me debes nada, me encanta cuidar de la gente. ¿Quieres que vuelva a venir hoy hasta por la noche y vemos una película? <<

Últimamente lo veía más abierto, lanzado y de todo conmigo. Eso quería decir que estaba descubriendo al Ethan de verdad. Proposiciones como esas lo dejaban muy claro.

>> ¿Puedes venir antes? Hoy Victoria no viene, y aunque Coral se va un poco más tarde, estaré sola mucho rato cuando se vaya. <<

Puede que aquel mensaje sonara con segundas intenciones, pero esta vez no, no estaba para esas cosas.

Ethan aceptó, y yo sonreí como una tonta.

Me estoy enamorado, o no, bueno, no se, pero lo único que sé es que me gusta muchísimo.

...

Recibí a Ethan con un abrazo, el cual me devolvió. Después fuimos a mi habitación. No tenía televisión, pero si ordenador, así que nos tocaba ver la película desde ahí.

Nos sentamos el uno al lado del otro — un poco incómodo la verdad — y no nos tocamos en absoluto.

La película empezó y no pude evitar apoyar mi cabeza en su hombro. Y aunque fue sin querer, el me siguió el rollo posicionando su brazo por encima de mis hombros y acercándome a él mucho más.

Lo abracé sutilmente. Ya que estaba en esa situación tenía que aprovechar a tenerlo lo más cerca posible.

Me giré un momento, y me quede a la altura de sus labios.

Dios, que bonitos, y que ganas de besarle.

Tuve que aguantarme esas ganas. A lo mejor el no sentía lo mismo por mi, así que volví a mirar la pantalla.

Suspiré, la película me estaba aburriendo muchísimo, y a Ethan parecía que también, porque se distraía mucho con su móvil.

— ¿Te está gustando? — Preguntó.

— La verdad, me esta aburriendo.

El río.

— ¿Entonces porque no me lo has dicho? Quizás era mejor plan ponernos a ver una película de Disney.

Reí ante eso. Tenía toda la razón. Hasta una película de Disney nos hubiese gustado más a los dos.

El cuando me vio, aumentó su risa, provocando que eso acabara en un ataque bastante extenso.

Cuando no pudimos más, intentamos relajarnos. El volvió a acomodarme, pero esta vez en su regazo pudiendo así verle de cara.

Con una ligera sonrisa empezó a acariciar mi cabeza. Echó un momento la cabeza para detrás, y luego suspiró.

— Perdóname si no te gusta lo que voy a hacer, pero es que me voy a morir si no lo hago.

Me agarró de la nuca y juntó nuestros labios. Los cuales empezaron a danzar totalmente juntos, y en harmonía.

Al principio no me creía que me hubiese besado, que él hubiese tomado la iniciativa. Sabía perfectamente, que eso quería decir que la atracción era mutua, y así, muchas dudas se me aclararon.

Puse mi mano en su nuca, profundizando aquel beso. Aquel beso que hizo que todos mis malestares se fuesen en un abrir y cerrar de ojos.

No se cuando, ni como, ni porque, acabe a horcajadas encima suyo. El me agarraba de las caderas mientras. Sus manos no se movían de ahí.

Era imposible que yo soltará las mías de su nuca, era lo que nos mantenía unidos.

Nos separamos tras eso, y nos miramos fijamente.

— Dios. — Susurré.

— ¿Nos gustamos mutuamente o esto solo ha sido por quedar bien, Elina?

— Nos gustando mutuamente, créeme.

— La verdad, eso no me importa. Ven otra vez aquí.

Y volvió a juntar nuestro labios. Provocando que así el beso hiciera que la temperatura subiera en menos de cinco segundos.

Metió sus manos por debajo de mi camiseta, dejándolas así en mi espalda, a nada de mi sujetador.

Las fue subiendo poco a poco. Paró y me acercó mucho más a él.

— Joder, sabía que ibais a acabar liados, pero no tan pronto. — Exclamó Victoria desde la puerta.

Me asusté tanto que casi me caigo de la cama de no ser porque Ethan me agarró.

— Joder, Victoria. Sabía que darte las llaves iba a ser mala opción. — Me quejé.

— Elina, tía, que no es nada que no haya visto ya.

Ethan me miró extrañada. Yo negué como quitándole peso a eso.

— ¿Que te pasa, Torchio? No es nada malo admitir que le he visto los pechos a tu amada.

— ¡Victoria! ¡Joder! Cállate y córtate un poco. — La recriminé.

Ella negó riendo al verme asi , y lo que menos me esperaba era que Ethan me siguiese el rollo.

— ¿A que son bonitos, Victoria?

Ella asintió riendo aún, y yo me pegue en la frente. Haber empezado todo esto con humor, era el colmo.

Acabe echando a Victoria de la habitación tirándole cojines. Después volví a centrarme en Ethan.

Puse mis manos en sus hombros, y él en lugar de besarme me abrazó. Eso me dejó un poco fuera de lugar.

— Que paz mental me haces sentir sabiendo que es mutuo.

Quise acariciarle la cara tan bonita que tenía al decir eso.

— Me gustas desde hace meses. — Susurré. — Desde hace mucho.

— ¿Enserio?

Yo asentí, y nos separamos de aquel abrazo.

— ¿Porque nunca te me habías acercado?

Suspiré, y le resolví su duda.

— Porque creí que nunca te fijarías en mi. Es decir, soy una chica cualquiera, y tú eres tan... Tan tu. Me intimidabas un poco.

El río y me acarició la cabeza.

— Yo ahora, solo quiero conocerte, ver lo que surge entre nosotros, Elina.

Me refugié en el hueco de su cuello. Se estaba tan bien.

— Estoy de acuerdo en ello,

— Pues tendremos que conocernos mejor. ¿Vamos a cenar este sábado a algún restaurante?

Lo mire y asentí.

Aquel día acabó como menos me esperaba. Me había besado con Ethan, nos habíamos dado cuenta de que era mutuo, y finalmente, tenía una cena con el, el sábado.

¿Como había ido todo tan bien?

L'amore sei tu // Ethan Torchio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora