Mommy pt2

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Besties, esto será fuertesito, ustedes saben si lo leen.

Estaba comiendo galletas en la recepción, las de arándanos eran deliciosas. Decidí tomar una más cuando alguien susurró en mi oído.

— Ya todos se fueron, sígueme.

Me di la vuelta observando a Betty caminar hasta su oficina, sus piernas se veían tan largas y cremosas bajo esa corta falda blanca, sin contar lo voluminoso que se veía su redondo trasero. ¡Joder!

Le dí una última mordida a mi galleta aventándola por ahí para correr tras de ella.

Al entrar en la oficina, la ví sentada en el sofá, con sus rodillas juntas pero ambos pies separados. Tenía sus codos sobre sus rodillas dándome una vista perfecta de sus senos bajo esa blusa con escote del mismo color que la falda.

— La vista arriba, Jones — soltó de repente haciéndome mirarla a los ojos. Rápidamente cerré la puerta detrás de mi poniéndole seguro. Me acerqué hasta ella. Me puse de rodillas quedando a su altura. Coloqué mis manos en sus rodillas, separándolas para meterme entre sus piernas.

Ella me sonrió tomando mi rostro entre sus manos besándome hambrientamente, enviando corrientes de placer a todo mi cuerpo, sus labios se movían ágilmente sobre los míos. Sentí su mano descender de mi rostro hasta llegar a mi abdomen, dónde pasó estratégicamente hasta mi entrepierna dando un ligero apretón haciendo que mi miembro se endureciera al instante, un jadeo salió de mis labios al sentirla volver a apretarlo. Sacó su mano desabrochando mi cinturón metiéndola dentro de mi pantalón.

Dejé de respirar en el momento en que comenzó a hacer caricias en mi pene sobre la tela de mis bóxers, sus dedos pasaban lentamente desde abajo hacia arriba acelerando mi respiración.

Alejó su mano de golpe dejando de besarme mirándome a los ojos. Tomó mi mano con la suya llevándola directamente a su entrepierna.

— Si lo haces bien, consideraré recompensarte.

Inmediatamente metí mis manos bajo su falda para tomar las orillas de sus bragas bajandolas por sus piernas acariciándolas en el proceso, al sacarlas por completo, bajé su falda, quería verla, sentirla, no quería que hubiera una tela de por medio.

Al sacarla, pude observar su rosada entrada abierta para mí, humedecí mis labios con mi lengua ante la vista, acerqué dos de mis dedos hasta mi boca para pasar mi lengua por éstos y llevarlos hasta su centro. La escuché jadear en el momento en que hice contacto con su clítoris.

Bajé mis dedos hasta sus labios íntimos para separarlos lentamente sacándole un suspiro. Sin esperarlo más, la penetré con ambos dedos de una sola estocada ganándome un gemido de su parte.

Comencé a meter y sacar mis dedos en un constante frenesí haciéndola arquear la espalda, sabía que su pegamos estaba cerca, así que agaché mi rostro hasta su intimidad lamiendo su clítoris en un ritmo completamente diferente al que iban mis dedos, sentí sus manos aterrizar en mi cabeza impulsándome a ir más profundo.

Un gemido salió de sus labios llegando al orgasmo. Sacó sus manos de mi cabeza, me alejé para observarla recuperar su respiración mientras yo limpiaba los restos de su orgasmo de mis labios.

Ella abrió los ojos poco a poco, sus piernas temblando me hicieron sonreír.

— ¿Lo hice bien, mami?

Betty sonrió, sus pupilas completamente dilatadas.

— Tendrás una recompensa, Jughead.

Sonreí al ver cómo sacaba su pequeño saco seguido de su blusa y sostén quedando completamente desnuda, la luz de la luna comenzaba a entrar por esos cristales, haciendo que su cuerpo se viera jodidamente sexy.

Se levantó y me pidió que me sentará en el sillón, rápidamente lo hice.

Ella se arrodilló frente a mi bajando mis pantalones rápidamente. Llevó sus manos al gran bulto bajo mis bóxers, pasó la yema de sus dedos lentamente sobre éste haciéndome suspirar.

Subió ambas manos hasta el elástico de éstos, bajándolos y aventándolos por alguna parte de la oficina. Sin pensarlo mucho, llevó sus dos manos hasta mi erecto miembro comenzando a masturbarme.

Mi pecho subía y bajaba ante la sensación de sus manos trabajando en mí pene.

Mi respiración se atoró al ver cómo su lengua hacía una aparición humedeciendo sus labios. Alzó su vista mirándome a los ojos mientras metía la punta de mi miembro en su boca probando mi líquido preseminal.

Un jadeo abandonó mis labios en el momento en que la metió toda a su boca, mientras llevaba su mano a mis testículos, acariciándolos.

Llevé mis manos a su cabeza ayudándola a ir más rápido. La calidez de su boca se sentía exquisita.

A los pocos minutos me corrí en su boca soltando un ronco gemido.

Abrí mis ojos viéndola parada frente a mi con una sonrisa.

Se acercó sentándose a horcajadas mío sacando mi playera por mi cabeza, rápidamente la tomé de la cintura besándola bruscamente, ella tiró de mi labio inferior haciéndome jadear.

Alzó sus caderas posicionándose justo sobre mi erección y dejándose caer sobre ella, la apegué a mi cuerpo sintiendo sus senos contra mi pecho. Abrí los ojos entre el beso, observando como nuestros cuerpos se veían azules debido a la luz entrante, sonreí mentalmente ante eso.

Betty comenzó a moverse más rápido sobre mí haciéndome sentir al borde, pero no quería correrme antes que ella así que bajé mi mano a su clítoris frotándolo rápidamente. Ella gimió separándose del beso y dejando caer su cabeza en mi hombro.

— Jug... — jadeó apretando sus paredes internas haciéndome llegar al climax.

Ambos recargamos nuestras frentes recuperando la respiración.

— Te amo mami.

— Yo a ti Juggie.







A ver puercas comenten

One Shots BugheadWhere stories live. Discover now