Capítulo 2

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Seungmin inspiró hondo antes de avanzar, lo más tranquilo que podía, hasta la cocina. Ahí se encontraba Christopher, tal como había dicho. Aunque era temprano él parecía estar algo avanzado en la labor. Al verlo llegar le dedicó una de sus amables sonrisas que correspondió, permitiéndose tomar uno de los delantales.

— ¿En que puedo ayudarte? —Preguntó, el chico le señaló los ingredientes que esperaban sobre la isleta.

— Puedes ir preparando mezcla para la tarta, los niños comen algún postre elaborado los fines de semana.

— De acuerdo.

Seungmin tomó nota mental de ese dato, considerando que era algo que debería recordar siempre. Echó un vistazo al recetario comenzando a repasar que todos los ingredientes estuvieran presentes. Agradeció por un momento que

— Minho se llevó a todos al segundo nivel —le notificó, sin dejar de cortar las verduras para la pasta—, eso nos dará algo tiempo para charlar antes de que la algarabía comience de nuevo.

— Comprendo, pero puedes explicarme después de la cena o durante ella, no tenemos prisa.

— Sí la hay —aclaró el chico a cargo, volviéndose para mirarlo con fijeza. Por un momento Seungmin se sintió intimidado, quedando claro que, lo que sea que él fuera a decirle, sería importante—. Ya conociste a casi todos los miembros de nuestra familia.

— ¿Como que "casi todos"? —Inquirió sorprendido, casi asustado también— ¿Hay más?

— Uno más —le hizo saber, levantando el dedo índice. Seungmin asintió de nuevo, pidiéndole que continuase—. Su nombre es Hwang Hyunjin. Acaba de cumplir diecinueve años.

— Oh, bueno, ¿y cuándo volverá?

— Él nunca sale de casa.

Christopher guardó silencio, Seungmin le observó sin dejar de mover las manos, tirando un poco de harina a causa de su distracción.

— No te estoy comprendiendo.

— Es una historia interesante; el señor Younho y la señora Hyejo se casaron hace ocho años, cuando los gemelos tenían poco de haber nacido —asintió, rememorando los detalles—. Ella se convirtió en la madre de todos los hijos, pero sus únicos hijos biológicos en realidad son Hyunjin, Jeongin y Evie.

De antemano la situación ya iba sonando a escándalo, Christopher realizó una pausa para que su interlocutor pudiera procesarlo. Apagó el fuego de la hornilla y se dirigió con él para ayudarle con los preparativos del postre.

— ¿Y en dónde está Hyunjin? —Preguntó después de largos segundos en silencio. Christopher inspiró para sí.

— Déjame explicarte; ella solo trajo a Jeongin en ese entonces, tenía ocho años así que para todos fue sencillo crecer como hermanos de verdad —rememoró como si fuese algo realmente presente en su mente—es una mujer increíble, pero arrastra un oscuro pasado del que tengo que hablarte.

— ¿Es necesario? —Indagó, comenzando a sentirse asustado desde ese momento, muy a su pesar Christopher asintió.

— Me ha pedido que sea yo quien te lo diga —le hizo saber, casi como una sutil queja, pero Seungmin suponía que estaba acostumbrado a realizar el trabajo sucio—. No contratan a nadie nunca, pero tú eres de la familia y, al parecer, de gran confianza para ella.

— La conocí, literalmente, hace tres días.

— Hyejo es así, escudriña a las personas con velocidad —sonrió, con un deje de timidez, por primera vez—. Hyejo tuvo a Hyunjin a los dieciséis años, y el padre se llevó al niño. Dos años después tuvo a Jeongin y se casó con ese otro hombre, pero el matrimonio no resultó. Por eso el apellido de Jeongin es Yang. Él a veces saldrá a visitar a su padre.

Corazón de un cuento roto (Hyunmin )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora