Nunca estaré seguro en que persona me convertí después de aquel día. Todos dicen que me convertí en humano, pero yo creo que sencillamente me puse el disfraz.
Christopher escuchaba con atención a Seungmin mientras hablaba, explicando con seguridad que, después de una interesante conversación con Hyunjin, llegaron a la resolución de buscar ayuda. Parecía ser el punto cumbre de una ardua batalla. Un año y once meses desde que Hyunjin llegó a casa, por fin estaba saliendo de su escondite con el interés real de convertirse en una persona.
— Gracias —murmuró Christopher, abrazandose al chico, quién se mostró sorprendido, callandose abruptamente—. Seungmin, esto es algo enorme. Antes de que llegases nunca imaginé la posibilidad de que pudiera suceder.
Al apartarse, Seungmin lo observó con cariño, tomando su rostro con cuidado para mirarlo y sonreír.
— Ahora que los gemelos van mejorando, creo que es el turno de Hyunjin.
— Hagamoslo.
Entre tantos detalles por evaluar antes de solicitar una consulta, debíamos asegurarnos que Hyunjin estaba mentalmente listo para salir a las calles, por primera vez después de tanto tiempo.
— Debemos estar callados, tranquilos y ser muy comprensivos —explicaba Christopher, la familia reunida, excepto Hyunjin—. Él nunca ha salido a la calle en buenos términos. Desde que era un bebé estuvo en un orfanato, después lo pasó encerrado en la cabaña, pasó al centro de rehabilitación y posteriormente ha estado aquí en casa. Así que no conoce el mundo exterior. Su mayor contacto con las calles fueron pra transportarse de un encierro a otro, siempre sin la posibilidad de ver demasiado.
— Pero hoy también haremos eso —dijo Jeongin, por fin incluyendose en una conversación con interés genuino.
— Iremos despacio. Si él quiere, con ventanas abajo. Además vamos a tratarlo como a uno más de nosotros, nadie tiene permitido hacerle sentir que le tenemos lástima o miedo —aclaró Christopher, mirando a los gemelos por un instante—. Si Hyunjin decide mirar más, lo haremos, pero si él prefiere no ir y volver también vamos a ser respetuosos.
Cuando Seungmin apareció, como preámbulo de la presencia de Hyunjin, los más jovenes se movieron hasta la camioneta para estar listos. Christopher esperó junto a Minho y Seungmin para acompañar al chico.
Hyunjin se mostró ante ellos, por primera vez, como alguien con personalidad. En casa solía estar todo el tiempo con pijama o ropa ancha, sin embargo, en ese momento portaba pantalones más ajustados con una camisa blanca de mangas cortas, además de un simpático bolso que se cruzaba por su espalda. Sus cabellos largos estaban acomodados e incluso portaba gafas de sol y accesorios en las muñecas. Tenía un estilo único, sabía vestirse o quizás Seungmin lo había ayudado, pero se veía como una persona real. A pesar de que era muy delgado, alto y también demasiado pálido por no salir nunca, parecía que iba a poder mezclarse entre la gente sin problema.
— Te ves muy bien —opinó Minho, acercándose para dirigir las manos cerca del cuello de su camisa, parecía estar pidiendo un permiso, que se le concedió con un asentimiento, para acomodar bien el doblez—. Vamos, iremos a almorzar a un buen lugar, hay un lago y es lindo.
— Bueno... —murmuró el chico, tomando la mano de Seungmin para caminar, había sido un acuerdo.
Todos los demás permanecieron en silencio al verlo. Durante el camino tampoco soltó la mano de quién sería el encargado de transmitirle seguridad. Tal como Christopher indicó, viajaron despacio con las ventanas un poco bajas para permitirle a Hyunjin una buena vista de los caminos. Aunque él no se quitó las gafas oscuras en ningún momento podían notar lo impresionado que se sentía con los paisajes, la gran cantidad de autos y personas.
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Corazón de un cuento roto (Hyunmin )
Fiksi Penggemar- Teníamos tanto en común y nada a la vez. Éramos el uno para el otro, pero un término de esa magnitud no encajaba en nuestras circunstancias. Seungmin no sabía la razón, pero se sentía sumamente cautivado por el fantasma que habitaba en la mansión...