Capítulo 12

813 65 4
                                    

Beorn nos convida con un montón de comida para nuestro temprano viaje, bebida, animales, mantas, ropa e incluso sabios consejos que acepto de manera gustosa. Mis primos se acercan de vez en cuando para poder escuchar algunos consejos útiles: como trepar con más rapidez, cómo reconocer el agua potable, poder sobrevivir a las alucinaciones...

Los ponys nos seducen con sus alegres trotes y relinchos, y caminan felices hacia su amo que responde con caricias.

Con una sonrisa, veo cómo se acerca Gandalf. Beorn termina de hablar con el istari y yo me aparto para ver cómo Bilbo se sube en el pony que compartiremos. Una enorme mano se apoya en mi hombro: Beorn pide que me quede unos segundos más.

— Liberad a los ponys antes de entrar en el bosque.

— Tienes mi palabra —un cuervo alterado grazna y vuela por el cielo. Los dos hombres se giran serios (Gandalf vuelve a dejar ver cierto terror en sus ojos)—. Nos vigilan.

— Sí. Los orcos no se dan por vencidos. Os perseguirán hasta acabar con todos los enanos.

Miro aterrada el vuelo del pájaro y pregunto.

— ¿ Por qué? 

—Hay una alianza entre los orcos de Moria y el hechicero de Dol Guldur.

La respuesta no termina de tranquilizarme pero callo.

— ¿Estás seguro?

— Las manadas se reúnen allí—señala aproximadamente Dol Guldur (digo aproximadamente porque no soy experta en geografía)—. Cada día son más y más... 

— ¿Qué sabes de ese hechicero al que llaman el Nigromante?

— Sé que no es lo que parece. Montones de seres malignos están a su merced, Azog le rinde pleitesía. 

— ¡Eurielle, Gandalf! No perdamos tiempo —mi padre está (como de costumbre desde que empezó este maldito viaje) vigilándome y ante mi momentáneo momento de terror ha decidido actuar.

— Hay más: no hace mucho aseguraron que habían visto a muertos caminando en los Páramos de Rhudaur.

— ¿Muertos?¿Estás seguro Beorn?

— Es cierto. ¿Acaso hay tumbas en esas montañas?

— Sí, hay tumbas allí arriba.

— Recuerdo un tiempo en el que un gran mal gobernó estas tierras. Lo bastante poderoso para resucitar a los muertos... Si ese mal ha regresado a la Tierra Media, deberías decírmelo. 

Gandalf me mira serio y rehuye de la mirada de Beorn. Suspira con fuerza y con una sonrisa responde.

— Saruman el Blanco dice que no es posible, que el enemigo fue destruido y que jamás volverá.

— ¿Y que dice Gandalf el gris?

Gandalf miraba aún más asustado en la lejanía.

— Creo que en estos asuntos no soy necesaria... —me giro hacia los ojos miel y hago una pequeña reverencia—. Muchas gracias por todos los servicios prestados señor cambia-pieles 

— Eres bienvenida siempre que lo necesites. Pocos enanos admiran mis creaciones,como tú ayer mi ajedrez y mi silla—me sonrojo y él susurra—. También he visto que tienes un ligero miedo a los animales y podré ayudarte en eso.

Inclino la cabeza agradecida y contrariada ante ese comentario. Subo al pony junto a Bilbo y miramos hacia atrás, viendo la casa de Beorn por última vez. 

Nos terminamos de preparar y revisamos todas las pertenencias. Un cuervo grazna más cerca y me alerto.

— Marchaos, aprovechad la luz. Quienes os persiguen no andan muy lejos.

Hija de un rey (El Hobbit) Bilbo FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora