NEVERMIND ♠️Kookmin♠️

28. El que la sigue, la consigue

AVISO IMPORTANTE

Hola bebés. He visto varios comentarios en el capítulo anterior quejándose de que meto mucho Taegi. Me encanta la pareja y creo que las historias (cuando las leo yo me da esa sensación) son más dinámicas y se aligeran más cuando no toda la trama está centrada en la pareja principal. Sobre todo cuando el final de la historia está más o menos cerca. Como escritora, es un recurso que empleo para poder hilar adecuadamente una historia que tenga sentido porque sino las situaciónes que se dan son un poco "demasiado evidentes".

Ahora bien. Yo escribo porque adoro hacerlo pero fundamentalmente, lo hago para vosotros.

Así que necesito que votéis aquí para saber a dónde dirigir la historia en su recta final. Este capítulo lo subo tal cual porque ya lo tenía escrito pero en función de lo que salga aquí, continuaré de una forma o de otra.

Comentar aquí los que queráis un desarrollo del Taegi en la misma medida del Kookmin.

Comentar aquí los que prefiráis que la trama se centre casi exclusivamente en el Kookmin y el desarrollo del Taegi pase a un segundo plano.

Por favor, no os toméis esto como que me ha enfadado leer esos comentarios o que voy a cambiar la forma de escribir solo por esto. Sencillamente quiero que estéis a gusto leyendo y entiendo el punto que defienden los que comentaron. Si entras a una historia Kookmin quieres leer una historia Kookmin.

Gracias por vuestro apoyo y consejos. Os quiero 💜

Eran las doce de la noche cuando tocaron a la puerta de Jimin y Tae. Fue este último quién tambaleante y somnoliento, la abrió.

Jungkook, al ver quién le había abierto borró la sonrisa que traía en la boca y le dedicó una mala mirada. Taehyung tuvo que parpadear un par de veces para entender que quien había perturbado su sueño era un Jungkook con cara de psicópata y envuelto en un edredon.

—¿Que mierda crees que estás haciendo?

Por un instante, le pareció ver un demoníaco amago de sonrisa provenir del chico.

Justo antes de cambiar el gesto a uno de sufrimiento y berrear.

—¡Jimiiiiiin!

Taehyung no pudo hacer nada por evitar que este se le colase dentro de la habitación hacia la cama matrimonial.

¿Que demonios estaba pasando? ¿Acaso seguía dormido y el mamón de Jungkook se le había colado en una pesadilla? Tardó un rato en asimilar que se había quedado parado en la puerta como un imbécil y entonces, siguió al intruso hasta donde había llegado.

Jungkook miraba con una sonrisa a un recién despertado Jimin que se frotaba sus ojitos sin entender que estaba pasando.

—¿Jungkook?—preguntó perdido.—¿Qué pasa?

Jungkook volvió a poner aquella expresión de estar en un profundo dolor y se dejó caer en la cama, edredón incluido.

—Estoy malito.

Taehyung cortocircuitó.

—¿Y por qué coño vienes a contárnoslo?—preguntó, profundamente ultrajado.—¡Eh, idiota, sal de la cama!—Jungkook se removió gimoteando.—¡Que te quites de mi sitio he dicho!