NEVERMIND ♠️Kookmin♠️

11. ¡Tus patrones!

—¿Y tú te crees esa bazofia?

La chica que hablaba con su amiga entrecerró los ojos, ofendida.

—Bazofia tu abuela.—Yeong, alias la amiga, rodó los ojos y avanzó el pasó que dio toda la cola.—Se ve que son cercanos y últimamente se les nota mucho tonteo.—una pausa.— ¿De qué te ríes?

Yeong mantuvo los ojos fijos en la espalda de la chica que iba delante, con una expresión confiadamente burlona.

—De que te creas ese rollo del Yoonmin.—dijo al cabo.—Si realmente hay algún lío entre los miembros y no creo que lo haya, no es entre Jimin y Yoongi.

Las chicas que iban detrás de ellas las empujaron educadamente para que siguiesen el lento ritmo de la cola justo cuando Haneul estaba a punto de replicar. Las dos amigas se disculparon y guardaron silencio.

Uno muy breve.

—Siempre estás con los mismo.—murmuró Haneul entre dientes.

Yeong miró a su amiga un instante y volvió la vista al frente. Trató de no botar por la impresión cuando sus ojos captaron en la relativa cercanía las siete figuras sobre la tarima a doble altura. Sentados en sillas, firmando fotos e interactuando con las fans.

Se tragó el suspiro soñador para centrarse en dos chicos uno al lado del otro.

Era la primera vez que asistía a un fan meeting, la primera y memorable vez –estaba segura– que vería a los chicos que últimamente le robaban todo su tiempo, dinero y cualquier vestigio de una expectativa amorosa realista. Entrecerró los ojos para analizar detenidamente la actitud de aquellos dos portentos de la naturaleza que en aquel momento bromeaban y se sonreían.

Era cierto que allí plantada, viéndolo todo al natural, Jimin y Yoongi parecían más cercanos que de costumbre. O de lo que era costumbre hace poco más de un mes.

Aún así, esbozó una sonrisa confiada y regresó su atención a Haneul.

—Siempre estoy con lo mismo porque tengo razón.—Haneul soltó un "claro, claro" desdeñoso que no desanimó a su amiga en absoluto.—No creo que haya ningún rollo raro entre los chicos pero menos aún entre ellos dos.—señaló discretamente.

—¿Y quien si no, listilla?—rebatió su amiga, beligerante.

Yeong sonrió.

—El Kookmin.

—¡Ya estamos!—Haneul no supo si reir o maldecirla.—Siempre estas Kookmin esto, Kookmin lo otro.

—Kookmin tus patrones...—decidió aportar Yeong.

—¡Eso mismo!—el dedo acusador de Haneul no se veía demasiado amenazante, a decir verdad.—Asúmelo, Yeonnie, el Kookmin ha muerto. Si es que alguna vez existió, porque Kookie desde luego nunca se vio muy interesado.—Yeong resopló de brazos cruzados.—Y adoro a Jimin, pero si debo reconocer que ha estado persiguiendo un imposible pues lo hago y punto. Deberías avanzar, querida amiga. No es bueno estancarse.

Yeong casi se molestó –casi– cuando el índice de Haneul golpeó repetidamente su sien, como una cariñosa advertencia. Pero ella era más paciente que todo eso.

Calló lo justo para avanzar junto con la cola, cada vez más cerca de conocer a aquel ya no tan novato grupo de artistas. Después miró fijamente a su amiga, esta devolviéndole firmemente esa mirada retadora.

—Tú quédate con tu Yoonmin si eres más feliz. Pero recuerda mis palabras, amiga mía.—alzó un dedo, dándole dramatismo a su frase lapidaria.—El tiempo pone las cosas en su sitio y las cosas—señaló la tarima con un movimiento de ojos.—ya se están moviendo.