❝Donde finalmente, Jimin asume que debe dar un paso atrás.❞
Jungkook se pasa la vida ignorando y menospreciando a Jimin, aunque el pequeño rubio haga su mejor esfuerzo por agradarle. Gasta todos sus cartuchos y los vuelve a recargar, todo por el car...
¿Yo actualizando cinco veces en menos de una semana?
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Taehyung apagó el televisor con el mando a distancia y se desperezó en la cama.
—Para ser una primera temporada, me está enganchando.—dijo Yoongi, estirándose a su lado para después quedar tumbado sobre su propio colchón.
Tae asintió, gesticulando con los brazos por encima de la cabeza hasta que sus hombros crujieron. Llevaban allí tres horas viendo capítulo tras capítulo, porque no tenían una mierda de auto control.
—Es puro drama, ¿Qué te puedes esperar?
—Hablando de drama.—Yoon se acomodó de lado, con el brazo extendido por debajo de la almohada y apoyando la mejilla sobre él, los ojos fijos en Taaehyung mientras se sentaba en el colchón.—¿Qué averiguaste?
Este emitió un sonido cansado mientras flexionaba las rodillas contra el pecho y las rodeaba con sus brazos.
—Estoy agotado.—bostezó.—Mejor te lo cuento mañana.
—Nooo...—se quejó como un crío mimado.—Venga, cuenta. ¿Qué pasó? Yo te conté lo que hizo Jimin mientras no estabas.
Tae se rió por la nariz.
—Jimin se quedó en casa leyendo un libro.
—Ya.—Yoongi asintió, solícito.—Leyó una hora y media, se levantó a mear dos veces y después se echó la siesta. ¿Ves? Yo te traigo informes completitos.
—Y para saber todo eso aquí el inspector Gadget no tuvo ni que sacar su pálido culo de casa.—se burló.—Yo tuve que seguir a Don Jeon Jungkook hasta el hospital.—los ojos de Yoongi se ampliaron de pronto y separó la cabeza del brazo que estaba usando como almohada con un "¿Qué?". Taehyung chasqueó la lengua, ¿Por qué tenía que ser tan bocazas?—Ya he dicho demasiado.
Sabía que después de eso Yoongi no le dejaría en paz.
—Demasiado y una mierda. Cuenta lo que sabes ahora mismo o mi pálido culo pateará el tuyo.
—Eso no suena del todo mal.—meditó rascándose la barbilla.
Yoongi se incorporó para pegarle en el brazo. Cuando Taehyung se carcajeó, le pellizcó el antebrazo con saña, haciendo que se retorciese.
—Habla, engendro.—ordenó aun estirando piel.
—¡Vale, vale, pero suelta joder! Que violencia tan innecesaria.—escupió frotándose el brazo y examinando la magnitud del incipiente moratón.—Jungkook fue a ver al médico.—declaró finalmente.
—¿Está bien?—Yoongi preguntó preocupado.
—Jungkook bien no ha estado nunca.—resopló.—Pero si te refieres a la salud, está como una rosa.—explicó.—No fue a su médico, fue a visitar al doctor Bae Seulki.
