36. Enemigo a las puertas

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Jungkook sonrió de lado.

—Soy artista.—declaró.—Somos polifacéticos.

La siguiente puntada dolió mas, tal vez porque Seulki se había reído en medio de la operación.

—Para actor valdrías, sí. ¿Así que todo esto es por Jimin?

Jungkook no dijo nada, aunque ese silencio contase mas que cien palabras. Seulki lo comprendió. No pudo evitar sentir cierta admiración por él. Estaba dispuesto a lesionarse para ganar la atención de aquel pequeño chico rubio.

Era bonito a su manera. Un poco sociopático, pero bonito al fin y al cabo.

—Y yo que creía que era un casanova.—suspiró guasón.—Realmente pensé que te había flechado en el despacho.

Jungkook no pudo evitar sonreír. Lo cual le jodió profundamente. ¿Por qué tenía que ser majo aquel tipo? No quería que le cayese bien.

—Mucho me temo que al igual que a ti, me gustan suavecitos.

Auch.—el doctor fingió estar dolido. Tras instantes de silencio, habló, algo mas serio.—De todos modos, Jungkook, te diré que he trabajado con varios psicólogos y me interesa la materia.

—¿Y con esto quieres llegar a...?

—Quiero llegar a que lo que has hecho, aunque comprendo por qué, no es muy sano.—expuso calmadamente, dando las últimas puntadas.—Querías que Jimin dejase de prestar atención a otro y te has herido para conseguirlo. 

Jungkook pensó un instante la respuesta que pensaba dar.

—En el amor y la guerra, todo vale.

—En la guerra, tal vez.—respondió el médico mirándole a los ojos.—Pero en el amor no. Si estás dispuesto a engañar a quien quieres con el pretexto del amor, significa que no lo quieres lo suficiente.

Jungkook frunció el ceño y habría apartado la mano si se hubiera arrancado parte de la piel en el proceso.

—¿Tú qué sabrás de lo que le quiero?

—Imagino que mucho.—reconoció con un cabeceo.—Pero no de la manera mas sana. Peleas por su atención. Actuaste a sus espaldas viniendo a verme, para asegurarte de que yo no era rival. ¿Me equivoco?—Jungkook se mantuvo quieto, en silencio.—¿Comprendes por dónde voy? No puedes impedir que Jimin curiosee. Puedes deshacerte de mi, en el fondo sabes que puedes. Pero habrá otro.

El castaño preguntó, verdaderamente descolocado.

—¿Por qué me estás contando todo esto?

Si era su rival, si de verdad estaba ahí para confrontarlo, ¿Qué coño pintaba dándole consejos? Consejos bastante coherentes, debía señalar.

Seulki sonrió.

—Te digo esto porque en el fondo, no me importa.—esta vez sí, Jungkook se removió, lanzándole una mirada heladora.—Y antes de que me pegues un puñetazo, no le estoy faltando al respeto a Jimin.—se apresuró a aclarar.—Cuando te digo que no me importa, lo digo literalmente. Le conozco de dos días. Me parece un chico interesante y agradable. Físicamente, es mi tipo y creo que si me permitiese conocerle, acabaría enamorado hasta las trancas.—hizo una pausa para después añadir, divertido.—Y siento decirlo, pero el que actúes como un demente por ganarte su atención solo me confirma que de verdad debe ser un chico espectacular.

Jungkook sonrió sin pretenderlo.

—Lo es.

—¿Entonces qué gano involucrándome con él?—razonó el doctor, ganándose una mirada tan confundida que parecía desamparada.—Mira, está claro que tenéis una historia. Desconozco los detalles pero no me hacen ninguna falta. Además.—murmuró.—Tú estás loco por él y a pesar de tus taras, me caes bien, Jungkook. No daño a las personas si puedo evitarlo.

NEVERMIND ♠️Kookmin♠️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora