—¡Jungkook!
Jungkook escupió el agua que estaba bebiendo, regándola por su camiseta de deporte.
—¿Qué? ¿Qué pasa?
Taehyung llegó al trote.
—Ha sonado la alarma de casa.—exclamó señalándole la notificación en su pantalla.
—No jodas. ¿Has mirado las cámaras?—se exaltó.
Taehyung negó con la cabeza.
—No me va la aplicación. Por eso venía. ¿Te funciona a ti?
Jungkook corrió con las zapatillas chirriando y extrajo de su mochila el teléfono. Aun esperaba a que la maldita aplicación terminara de abrirse cuando Taehyung reapareció a su lado.
—Puto cacharro prehistórico.—maldijo.
Taehyung comenzaba a temer que la aplicación estuviese bloqueada justo cuando esta echó andar y mostró la sucesión de cámaras en el móvil de Jungkook.
—¿Ves algo?
Jungkook emitió un murmullo negativo, mientras se concentraba en pasar cámara a cámara, buscando algún posible intruso.
Su residencia era anónima para el público pero quién sabía.
De pronto, el dedo con el que el menor pasaba las cámaras se detuvo, tenso, igual que su dueño.
—¿Qué?—Taehyung se impacientó.—¿Ha entrado alguien?—silencio.—No me jodas. ¡Me acabo de comprar la ropa de la nueva colección de Gucci! ¿Sabes cuánto cuesta todo eso? Como me la roben...
En vista de que Jungkook no pensaba hablarle, se hartó y decidió asomarse por su lado para inspecionar las cámaras él mismo. Entonces lo vio.
La cámara número seis, la que enfocaba a la sala de estar, representándose en pleno directo en el movil de Jungkook. Dos figuras yacían en el sofá, una boca abajo y otra sentada a horcajadas encima de sus muslos.
Namjoon encima de Jimin.
Taehyung se llevó una mano al pecho. Iba a comentar algo, unas palabras de alivio probablemente, cuando Jungkook apretó el móvil en un puño y arrancó del suelo la bolsa de deporte.
Su semblante serio asustaba.
—¿A dónde vas?—preguntó Tae, cuando comprendió que Jungkook pensaba marcharse sin decir palabra.
—A cambiarme a casa.—respondió con acero en la voz.
—Pero... Si tienes aquí ropa de cambio.—el menor lo ignoró.—¡Jungkook!
Jungkook salió hecho una fiera por las puertas del gimnasio. Cuando estás se cerraron con un golpe amplificado por el eco, Taehyung sonrió.
Extrajo su móvil de los pantalones y mandó un mensaje. Después, marcó un número y cuando respondieron, dijo.
—Va hacia allí.
........
—No, lo siento. No me interesa cambiarme de compañía, muchas gracias.
Namjoon colgó el teléfono y tras dejarlo en la mesita de centro, se enderezó sobre los muslos de Jimin.
—¿De telefonía, Hyung?—preguntó el rubio, con voz perezosa y adormilada.
Namjoon apretó de nuevo los músculos de su cuello, continuando el masaje donde lo había dejado cuando entró la llamada de Taehyung.
—Sí.—respondió.—Siempre están con lo mismo, ya sabes.—Jimin emitió un sonido de comprensión antes de suspirar y quedarse completamente deshuesado sobre el sofá.—¿Te hago daño?—preguntó con suavidad cuando bajó las manos a la altura de sus omóplatos y presionó.
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NEVERMIND ♠️Kookmin♠️
Fanfic❝Donde finalmente, Jimin asume que debe dar un paso atrás.❞ Jungkook se pasa la vida ignorando y menospreciando a Jimin, aunque el pequeño rubio haga su mejor esfuerzo por agradarle. Gasta todos sus cartuchos y los vuelve a recargar, todo por el car...