La sentencia era categórica y bastante inesperada, sobre todo para los demandados, Suigestsu, su familia y todo un pueblo recibirían compensación por todo el daño que les habían hecho, durante todos estos años; podrían pagar tratamientos, medicamentos y volver a tratar de tener un vida digna. Sakura no dejaba de recibir agradecimientos, en parte porque todo esto era posible gracias a ella, a ella y su equipo, Moegi incluida, que habían decidido enfrentarse a esta injusticia y salir victoriosos, la pelirosa comenzaba a sentirse nuevamente como ella. Tenia una familia, su trabajo, un bebe hermoso y un hombre maravilloso a su lado, parecía que por fin todo tomaba su rumbo.
A las afueras de la sala de juicio, los ex vecinos de Suigestsu comentaban los resultados y los pasos a seguir, era tanta la alegría, que nadie notaba lo que estaba pasando a tan pocos metros; Karin, quien se acercaba, después de esperar mucho y con la clara intención de poder entablar, aunque sea una palabra con su... exnovio, fue quien noto todo lo que estaba pasando y su animo y su valor, se fueron por completo, no podía dar pie a lo que estaba pasando. Todas las cámaras los rodeaban, era la noticia del día, de la semana y quizás del mes, el hombre implicado en la muerte de uno de los hijos de la fiscal y el ex jefe de policía estaba recuperando su libertad.
-No puede ser... - susurro Sakura agudizando la mirada
- ¡¿Qué mierda hace esa mujer aquí?! – acuso con rabia contenida el Uzumaki. El ver a Shion lo descompensaba en lo absoluto - ¿Dónde esta Boruto? – dándose se vuelta aterrado
- Esta aquí, calma... - agrego Suigestsu acercándose – disculpa, es que no lo veía hace mucho... - pasándole al pequeño a Sakura, mientas cruzaba miradas con Karin que estaba algo alejada de todos - ¿Qué esta pasando? – mirando a lo lejos. Su exnovia decidió intervenir
- Hanzo salió en libertad – comento – toda la prensa esta cubriendo la noticia... y la imbécil de Shion está celebrando con él – Sakura por inercia retrocedió unos centímetros, pero Sasuke la abrazo con seguridad
- Descuida, estamos a salvo – mirándola fijamente – no pueden hacernos nada y menos lo harán aquí
- Pero... - titubeo – lo liberaron... - comenzando a sudar frio – eso significa que podrían liberar también a... - sus pupilas se contrajeron
- No, eso no pasara – la abraza con Boruto entremedio – te lo dije, te lo prometí... - susurrándole – nada ni nadie volverá a hacerte daño – besa su frente – estamos juntos en esto...
- Hasta el final – respondió la pelirosa
- ¿Y el Capitan? – pregunto preocupado Suigestsu - ¿Él sabe de esto? – mirándolos a los tres - ¿Qué hay de Tsunade-sama y Jiraya-sama? – Karin bajo la mirada con resignación – esto los va a destruir
- Estaban en la sala... con ellos – respondió sin ganas
- ¿Qué? – dijeron al unisonó Sasuke y Sakura. Ambos estallaron en preocupación por el matrimonio y sobre todo... por Itachi
- Ellos no querían que ustedes supieran – los mira – sabía que estarían en el juicio de Suigestsu y no querían que esto los distrajera, además... - suspira – no se suponía que esto pasaría, no había chance de que ellos lograran ganar – vuelve a mirar a la multitud – aun no entiendo como lo hicieron
- Cumplieron su palabra – agrego Suigestsu – lo que dijo Zaku hace meses en la cárcel, lograron liberar a Hanzo
El tumulto fue avanzando, siguiendo a los entrevistados, prácticamente corriendo detrás de ellos y entre esos, una cabellera rubia platinada se cruzo por el umbral de miradas de todos los presentes, Shion paso frente a ellos, sonriente y dichosa, como si hubiera ganado la batalla más importante, por ahora. Clavo la mirada fijamente en Sakura y aun mas específicamente, en Boruto, el pequeño que descansaba en sus brazos, completamente ajeno al riesgo que lo rodeaba. Instintivamente Sasuke se colocó frente a Sakura y su sobrino, casi como un escudo, y Karin y Suigestsu imitaron su actuar, dejando un mensaje claro a la mujer; para poder llegar al niño, tendrían que lograr pasar por encima de todos ellos, y era claro que no se la pondrían fácil.
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Cuanto Odio Amarte
FanficEn las grandes ciudades el amor también se hace presente y aunque es mal veloz, no significa que sea menos profundo y que no se ame como en las grandes literaturas... Esta es una historia, como cualquier otra, que empezó con dos personas enamoradas...