XII: NÁUFRAGOS

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Las palabras quedaron suspendidas en el viento

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Las palabras quedaron suspendidas en el viento. Un pequeño silencio incomodó la situación, pero al menos alguien se dignó a acabar con él.

—¿Cómo es posible que tengas tanto poder con la pulsera puesta? —indagó Karamat cuando llegaron a la orilla.

—Soy el Heredero Mágico más fuerte que existe —aseguró Cameron tomando asiento en una roca.

Los tres permanecieron de pie frente a él, no creyendo en la grandeza que el chico decía poseer y evitando ser atrapados por el engañoso tono en su voz. Entonces, Cameron agregó entre risas:

—Es mentira: mi pulsera no funciona. Soy hermano de Helier ¿recuerdan?

—Muy gracioso. ¿Puedes tomarte las cosas en serio? Esto no es un juego —señaló Avril.

—No digo que lo sea, hermosa. Ni siquiera sabemos dónde estamos. Hay que ir con calma.

—¿Y cómo saldremos de aquí, de todos modos? No podemos volver a Allvar —afirmaba Karamat mientras caminaba por la arena.

—Les mostraré.

Cameron sacó de su pantalón un reloj de bolsillo dorado.
Este objeto, que estaba mojado como era de esperarse, de un momento a otro dejó de estarlo.

—¿Cómo hiciste eso? Es como si el reloj tuviera magia... ¡¿Ese es el Reloj de Spiros?! —preguntó exaltado Karamat.

—¡Bingo! —exclamó Cameron—. Este es el Reloj de Spiros, el Tesoro del Sol de magia Gravedad.

—¿De magia Gravedad?

—Solo piensa: Existen cuatro Tesoros del Sol y cuatro tipos de magia. Cada tesoro dio origen a un tipo de magia diferente —explicó el chico mientras abría su objeto.

—Una pregunta —habló Noah después de un tiempo callado—. ¿Qué ocurre cuando se reúnen los cuatro Tesoros?

—¿Aún no lo sabes? —se burló Cameron—. Cuando se reúnen todos los tesoros, estos se fusionan para conformar "La Esfera Real". Quien active la esfera obtendrá los poderes mágicos del dios Sunshine: "Combustión".

—¿Hasta ahora cuántos tesoros conocemos? —le preguntó Noah a Avril.

—Bueno, está La Tabla de Amery y ahora el Reloj de Spiros. Los otros dos no los conozco.

—Podemos añadir otro: El Anillo de Katsaros —aseguró el chico, atrayendo la atención de todos.

—¿Sabes dónde está el Anillo? —quiso saber Cameron.

—Desde pequeño, yo solía llevar en mi cuello un colgante con un anillo plateado. El anillo brillaba cada vez que usaba mi magia de La Verdad. Debe ser ese.

—¡¿Pero sabes dónde está?! —siguió preguntando, inquieto.

—La última vez que lo vi lo tenía mi madre, en Deigh —recordó Noah.

Sunshine [Herederos Mágicos #1] © ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora