XIX: LA TIERRA MALDITA

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La chica caminó de un lado a otro, incómoda, tratando de entender lo que había ocurrido

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La chica caminó de un lado a otro, incómoda, tratando de entender lo que había ocurrido. Se acercó al grupo que, preparándose para lo que se avecinaba, estaba poniendo todo de ellos para ayudar en algo.

—¿Qué es peor que morir? —preguntó Avril.

—Volver siendo un fantasma —respondió Noah, atando los cordones de su zapato.

—¿Eso es siquiera posible?

—Mi madre solía contarme historias de personas que después de morir volvían unos días al mundo humano para conocer la causa de su muerte y poder descansar en paz.

—¿Has visto alguno?

—Dudo que alguien pueda, pero mi madre decía que antes había un aparato que mostraba la actividad paranormal en un espacio. Con ese aparato debería ser capaz de percatarse de algo como un fantasma.

—Muy bonita la conversación—interrumpió Karamat—, pero tenemos cosas más importantes que hacer.

—¿Cameron usó ya su tesoro? —preguntó Noah.

—Logró localizar a cuatro herederos de Gravedad más que aceptaron unirse a nuestra lucha. Llegarán aquí en cualquier momento. Aún así... sigo pensando que no vamos a poder.

—¿Dónde está tu optimismo?

—¿Optimismo?¡¿Qué optimismo?! Nos vamos a introducir en la boca del lobo. Vamos a ir a una isla que nadie ha visitado en los últimos setecientos años. ¿Eso no te dice nada?

—En realidad, no mucho. En Utsikt hubo una masacre y ningún extranjero se siente seguro visitando un lugar en donde murió tanta gente. Es lo normal.

—De igual forma, Peter no va a estar solo. Ya lo oíste: tiene hombres de su lado. No sabemos si son dos o si son miles. Nosotros no podremos con ellos. Joder, que tú ni puedes luchar.

—Karamat, vamos a ganar.

—¿Cómo puedes estar tan seguro?

—No lo estoy. Sólo intento no pensar en lo peor.

—Karamat, Noah —habló Cameron, que se acercaba con cuatro desconocidos caminando detrás de él.

A simple vista, de izquierda a derecha, se observaba a un hombre fornido y calvo, una mujer de pelo azul, un chico delgado y algo despistado y una chica mascando chicle.

—Estos son Creig, Lilly, Delven y Numeria —presentó Cameron—; son cuatro herederos de Gravedad que aceptaron unirse a nosotros.

—Muchas gracias por venir —dijo Noah—, sin duda necesitamos todo el apoyo con el que podamos contar.

Después de unas horas más buscando por toda la biblioteca la pista que había dejado Amalia y no encontrar nada, decidieron rendirse y ponerse en marcha para partir hacia Utsikt.

Sunshine [Herederos Mágicos #1] © ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora