Bastián West
-¿Qué tal el baile? -me preguntó Charlie en cuanto salí de mi cuarto.
-Bien, estupendo, grandioso y todo eso porque Catie estaba conmigo -sonreí al recordar lo hermosa que se veía y lo bien que lo habíamos pasado.
-¿Qué harás hoy?
-Voy a ir a entrenar, luego volveré acá y...
-¿Cuándo te mudaras a la casa que te compró tu mamá? -entrecerré los ojos, yo no le había dicho a nadie acerca de eso, porque no quería esa casa, no quería mudarme.
-¿Cómo lo sabes? -me crucé de brazos.
-Tu mamá habló con la mía y... -negué-. No puedes rechazar el regalo de tu mamá, sólo mira las fotos -me dio un sobre.
-Gracias por volverte cómplice de mi mamá y no me voy a ir, olvídalo -tomé el sobre y lo metí en mi mochila.
Salí del departamento y subí a mi auto, en cuanto lo encendí conduje rumbo a la universidad, era temprano y quería ver a Catie antes de ir a entrenar. En el camino no pude dejar de pensar en lo de la casa, realmente no quería irme, por otro lado no quería que mi mamá se sintiera mal porque rechacé su regalo, pero sabía que ese dinero bien pudo haber salido del bolsillo de mi papá y no quería nada de él. Me estacione y bajé del auto con la mochila colgada de mi hombro y el bolso donde llevaba mi ropa para entrenar. Fui a los camerinos y dejé mi mochila ahí, aún no había llegado nadie así que fui a buscar a Catie, quería verla, me encantaba verla, no me cansaba de hacerlo, realmente estaba muy enamorado.
Al girar en uno de los pasillos, choque con alguien y pude sentir como su cara se estrelló contra mi hombro, había sido una chica, pero no cualquier chica, era April Miller, la misma que se divertía inventando historias y amoríos míos y de Charlie.
-Lo siento, no te vi, ¿estás bien? -a pesar de todo, era una chica y yo debía comportarme como un caballero, así que quise ver si se había lastimado el rostro, pero se apartó y yo bajé mis manos de inmediato.
-Yo sí, pero la perra de tu noviecita no -todo era que no estaba yo y habían peleas.
-¿Qué? ¿Qué pasó? -pude notar que con mi pregunta se puso aún más furiosa de lo que estaba ya.
-No preguntes estupideces y quítate de mi camino -pasó a mi lado y me empujó con su hombro.
¿Qué mierda le había hecho yo para que fuera así conmigo? Bien, no teníamos que ser amigos, pero tampoco era para tanto, si bien hacía parte del equipo de natación y era novio de Catie, no entendía por qué tenía que ser todo así, no había matado a nadie al final del día.
-¡Bastián! -Andreina me tomó de los brazos e inhalo una larga bocanada de aire-. Catie... está en enfermería.
-¿Qué? -no esperé a que respondiera, sólo salí corriendo hacia enfermería.
Si estaba ahí era porque la discusión o pelea, había sido fuerte y estaba claro que Catie había perdido. Ya estaba harto de esas confrontaciones estúpidas, ni siquiera tenía sentido, una era de un grupo de animadoras y la otra de una hermandad, ¿cuál era el puto problema? ¿por qué eran enemigas? Ni siquiera la líder de la hermandad se peleaba con Catie como April, no tenía ni idea de qué le había hecho Catie para que la odiara tanto, bueno, ni siquiera sabía qué le había hecho yo.
Al entrar vi a Catie acostada en la camilla con un venda en su frente y un golpe en el ojo, me acerqué y al verme bajó la mirada, sabía que no me gustaba que se metiera en peleas o le siguiera el juego a April.
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Del amor al odio por West [West#0]
RomanceCreo que todos alguna vez se han preguntado, ¿por qué April odia a West? O ¿cómo es posible que se haya enamorado de él de la noche a la mañana? Cosa que no es cierta. Bien, hoy por fin conocerán porqué, el asunto es simple: durante mis primeros año...