20- Vacaciones.

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April Miller

-Que gran felicidad -me dejé caer en mi cama que en ese momento estaba echa un desastre-. La estúpida pelirroja se fue y según escuché, se fue muy lejos, ya no tendré que aguantarla, una cucaracha menos que exterminar.

-¿Los dice por Shelsy, verdad? -vi a Renata.

-Me tiene harta, el simple hecho de que respire me resulta tan molesto -me senté y rodeé los ojos.

-Sólo trata de no prestarle atención, disfruta el hecho de que la zanahoria se haya ido y ya, no te amargues con la otra idiota -hizo un ademán con la mano y sonreí.

-Tienes toda la razón, el próximo año será el último y estoy segura que será el mejor de todos -me puse de pie.

-¡Exacto! Esa es la actitud -chocamos nuestras manos.

-Bueno, ayúdame a empacar -frunció el ceño-. ¿Qué?

-No he empacado ni yo y quieres que te ayude, no, no cuentes con eso -se sentó en mi silla de escritorio.

-Bueno, a fuera, si no ayudas, no estorbes, aparte, llevo media hora sentada escuchando tus chismes y ya me atrase -se puso de pie y fue a la salida.

-Atrasada naciste -dijo antes de salir corriendo.

•••

Subí las maletas al taxi y vi el campus, a pesar de las cosas malas, ahí había pasado los mejores años de mi vida. Me habría encantado tener a mi hermano a mi lado en esa etapa de mi vida, bueno, físicamente, porque él siempre estaba conmigo. Vi el collar y sonreí, aún me dolía, pero sabía que él estaba en un lugar mejor.

-¡Ya vámonos! Tampoco es como que no fuéramos a volver, aún nos queda un año -Renata me empujó hacia el taxi.

-Era mi momento de película, gracias por arruinarlo -me volteé y la empujé yo a ella.

-Hoy andamos como hormonales -ambas reímos porque nos la habíamos pasado discutiendo todo el día-. Ya vámonos hay que disfrutar nuestras merecidas vacaciones -subimos al taxi que nos llevaría al aeropuerto.

La familia de Renata me invitó a pasar dos semanas en Miami con ellos, mi papá dijo que estaba bien, pero que luego volviera a casa, así que íbamos camino a Miami. Aunque sinceramente, preferiría quedarme con Renata todas las vacaciones, porque su familia me caí muy bien, era tan animada, tan colorida, tan divertida, me hacían sentir que yo también estaba en familia y eso era lo que más me gustaba, pero bueno, igual debía ir a ver a papá.

•••

Al llegar a la casa que rentó la familia de Renata, quedamos encantadas, luego su madre nos indicó cual sería nuestra habitación, la cama era enorme, teníamos vista hacia el mar y mucho espacio para ambas.

-Las noches de desvelo que nos esperan -Renata saltó a la cama y luego yo la imite.

-Oye, gracias por haberme invitado -levantó su cabeza y me vio.

-No tienes nada que agradecer, ya eres como mi hermana -frunció el ceño-, como una hermana vampiro, necesitas tomar sol.

-Oye, no estoy tan mal -me senté y vi mis brazos, bueno, sí estaba un poco pálida, pero tampoco tanto-. En mi defensa, paso todo el día estudiando y siempre vamos a fiestas de noche, por eso estoy así.

-Bueno, ahora vamos a arreglarlo -tomó su maleta, la abrió y empezó a sacar un montón de cosas-. Compré trajes de baño, así que toma este -me lanzó uno de dos piezas blanco- y yo usaré este -me mostró uno rosado-. Hay que cambiarnos e ir a la playa.

Del amor al odio por West [West#0]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora