Del amor al odio por West [West#0]

22- Líder.

April West

-¿En serio? -estaba en shock, eso era lo mejor que me había pasado, pero aún así mi cuerpo no lograba responder acorde a lo que estaba sintiendo.

-¡Felicidades! -las chicas empezaron a lanzar confeti, se acercaron me abrazaron, pero aún así no lograba reaccionar a todo.

-Oye, ¿acaso no estás feliz? -Renata me tomó de lo hombros y me movió varias veces-. Es nuestro último año de universidad y te nombraron líder de la hermandad, eso es genial -sonreí.

-Por supuesto que estoy feliz, es sólo que, estoy muy sorprendida, jamás creí que me fueran a elegir.

-Serás una gran líder de eso no tengo dudas -la ex líder que oficialmente ese día dejaba la hermandad debido a que ya se había graduado, se acercó y me abrazó-. Disfrútalo.

-Gracias -le dije antes de que se despidiera de las demás y se fuera.

-Esto es un error, una estúpida como tú no debió ser nombrada líder de la hermandad -mi sonrisa se borró al escuchar a la estúpida de Shelsy desde el otro lado de la habitación.

-Si la envidia matara, tú ya estarías muerta desde hace mucho y con respecto a tu opinión, me da igual, así que ahórratela.

-April, hay que celebrar.

-Sí, celebremos.

-Sí, celebrar es una gran idea, pero recuerden que las fiestas acá están prohibidas, así que vamos a ir a la fogata de inicio de año.

Todas empezaron a celebrar y a hacer planes, yo por mi parte me fui con Renata a mi habitación, en donde ambas nos encerramos y luego de dar saltos como locas, nos sentamos en la cama.

-Realmente no sé si podré con esto y todo el estrés del último año, pero no estoy dispuesta a renunciar, menos después de la reacción de Shelsy -reí.

-Por supuesto que no vas a renunciar estarías loca si lo hicieras, aparte, que yo no te dejaré hacerlos, por las clases no debes preocuparte, eres una cerebrito lo vas a lograr.

-Eso espero y más vale que tú me ayudes -le lanzó sobre mí.

-Me ofende que dudes de mí, por supuesto que te ayudaré.

-Bien, para empezar, ayúdame a darle la bienvenida a las nuevas que no tardan en llegar.

-Bien, vámonos ya.

Bajamos las escaleras, todas estaban abajo de pie, esperando para recibir a las chicas nuevas. Demonios, si me hubieran avisado antes que yo tendría que hacer el recibimiento, habría pensando en algo lindo que decirles, pero en ese momento sólo me quedaba improvisar. Me dirigí a la puerta y abrí esta, habían seis chicas a fuera, ni siquiera sabía cuáles eran sus nombres, no me dieron su información.

-¡Hola chicas! -saludé entre animada y nerviosa por hacer eso por primera vez, siempre había estado del otro lado-. Pasen -me aparté y todas entraron con sus maletas-, sean bienvenidas a Kappa-. Tomen asiento, vamos a leerles el reglamento.

Las chicas se sentaron y Renata me ayudó a leerles el reglamento, fue demasiado nostálgico porque en algún momento yo estuve en su lugar, yo también escuché las reglas, también me dieron las indicaciones de las habitaciones, también conocí a una gran amiga gracias a ese lugar. Y pensar que en tan sólo unos meses, todo se acabaría.

-Bien, esta noche habrá una fiesta, la fraternidad siempre la organiza y siempre estamos invitadas, así que pueden subir a sus habitaciones, instalarse y prepararse para la noche.

Las chicas nuevas y las que ya estaban se fueron a sus habitaciones, ya con todo listo me dejé caer en uno de los sillones junto a Renata.

-Me causó nostalgia el recibimiento -la vi.