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Mikey.

Draken caminaba por la ascera conmigo en brazos. Ibamos camino a la casa de Mitsuya quien nos había convocado para planificar la operación Takenaho con mayor táctica, estrategia y menticulosidad, si es que esa palabra existe.

Me recosté en el hombro de kenchin, quién me cargaba con un brazo y sostenía mi bolsita de Doraiyakis en la otra, mirando a las personas pasar por la calle.

Varias chicas se detuvieron a mirarle de forma coqueta o intentaron coquetarle directamente más una mirada mía basto para que estás se alejarán rápidamente fingiendo hablar por teléfono o señalando establecimientos ramdons.

Me escondi en el cuello del más alto haciendo un puchero. Qué jodido aburrimiento...

—Ne, Kenchin–. Este emitió un sonido de asentimiento–. ¿Podrías soltarte el pelo para taparte la cara?.

—No jodas Mikey, con toda la nieve que hay apenas distingo la ascera de la calle y encima ando cargandote–. Me regaño–. ¿Y ahora por qué mierda quieres que me tape la cara?.

Mis mejillas se calentaron levemente al darme cuenta de que lo había dicho en voz alta.

Murmure un pequeño “por nada” y me acurruque en su pecho y cuello para dormir el resto del camino.

Un asqueroso olor a perfume de rosas de farmacia me tupio la nariz. Gruñi contra su hombro.

«Y aquí vamos de nuevo»

—Hola bonito, ¿Te apetece darme tu número?.

Aprete levemente los hombros de Draken sintiendome un poco celoso.

¿Por qué a él si le coquetean y a mi no?, No me enojaría tanto si al menos  a mi tambien que coquetaran tan seguido. Se que no soy feo pero... Y si kenchin un día se cansa d-

—Lo siento, no creo que a mí pequeño bebé le guste la idea.

Me sonroje por el apodo y me abracé a sus hombros levemente encantado y feliz. Pero solo un poco nada más.

La chica le siguió insistiendo tapando nos el paso en varias ocasiones. Varías veces intento convencerlo de acompañarlo, porque la muy puta se olvidó de mi existencia, a su casa para “conocerse mejor”.

—No creó que a tu hermanito le importe si quién te coquetea es una chica tan linda.

Gire rápidamente la cabeza para mirarla de arriba a bajo. Era la tipica chica bonita de los suéteres rosa pastel con accesorios bancos, cabello recogido en un bonito moño que a mí me quedaría mil veces mejor y unos corazoncitos dibujados en la mejilla.

La mire con ascó. A ver, Draken parece un hetero malandro verga larga, inteligente de institución pública de bajo presupuesto, pero, para tu mala suerte, él es gay, por no decir mega gay, y un versatil, con preferencia a pasivo, y gay... Gay y pandillero.

[mucho uso del sistema. Se le recomienda bajar la calidad de la lógica y análisis del pensamiento en lo que el sistema vuelve a su funcionamiento normal]

—Pues este “hermanito” ya se lo ha follado varias veces y está en una relación amorosa con él–. La cara de la chica se descompuso–. Lárgate antes de que me enoje y te parta la boca.

La chica dio dos paso así atrás. Pensé que iba a irse más comenzó a gritar con entusiasmo e intentar tocarme las mejillas de la nada.

—Oh Dios, eres hermosísimo, ¿No te gustaría tener una cita conmigo?.

Estiró un de sus manos para tomar las mías, mas antes de poder siquiera rozarme Draken se la sostuvo y torció levemente. La chica miro a Draken a la cara enojada y tras unos segundos comenzó a temblar. Volteé a verlo pero este solo tenía la misma cara de culo de siempre.

Sal Conmigo Malditasea [Smile X Takemishi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora