Sal Conmigo Malditasea [Smile X Takemishi]

27

Nahoya.

No sabía que hacer, ¿Lo detengo?, ¿Llamo a alguien para que me ayude a calmarlo?, ¿Le rezo a Diosito que me de fuerza para no hacerle nada en medio del puto parque?.

Joder, nunca antes había visto a Takemitchi ser tan atrevido, y no les voy a mentir, me iba a explotar la entrepierna si no hacía algo rápido. Y cabe recalcar que a pesar de lo mucho que me lo quiero cojer no tengo ni la más mínima intención de violarlo mientras está en estado de ebriedad.

Soy tóxico, lo sé y créanme que lo estoy intentado cambiar, pero no soy un hijo de puta... Bueno, no de esa forma... ¡No estoy diciendo que mi madre es una puta solo-!

¡Mierda!, ¡Maldigo a todos los que se vieron involucrados en esto!

Mi cara iba a explotar por toda la sangre que se estaba acomulando. No sabía a donde mirar o si debía apartar mi mano o no, ¿Takemichi se sentiría mal si la quitará?, ¿Debería simplemente empujarlo y buscar a los malditos para que me ayuden a solucionar el problema que ellos habian causado?.

Dios... Si las cosas continúan como van no creo que pueda decirle toda la mierda que había preparado para hoy.

Sentí un peso sobre mis muslos. Mire al rubio alarmado, ¿Qué planeaba hacer ahora?, ¿No puede parar que calentar la comida que no se va a comer?, Dios, solo dame unos momentos para pensar que jodida mierda debería hacer.

—Naho.

Trate de concentrarme solo en su rostro y no en como sus manos parecían querer colarse en mi Yukata.

—¿S-si?.

Aparte con cuidado sus manos del cuello de mi ropa, mire mis propios brazos sorprendiendome por lo marcadas que estaban mis venas.

Take me miro disgustado por haber quedado sus manos, yo solo le sonreía apenado, pero a los segundos sonrió para rodear mi cuello con sus brazos.

Vuelvo y repito, si no encuentro que hacer en los próximos dos minutos me voy a quedar sin polla.

—Me gustas.

Me congelé al momento, mire al rubio con los ojos abiertos.

Su cara estaba sonrojada, posiblemente tanto por el alcohol como por la vergüenza, y su cabello estaba todo revolteado dándose un aire de ternura e inocencia que creo no debería estar presente en un momento tan... Todo menos inocente como este momento.

—Me gustas mucho –. Se recostó de mi cuello, me tense aún más, si eso era físicamente posible, al sentir su respiración en mi cuello–. Mucho, mucho, ¿Yo también te gustó?, Di que sí, porfavor... Y-yo, yo estoy enamorado de ti, yo quiero ser tu novio y salir a citas contigo todos los días, como hoy.

Me sentí levemente divertido, la tensión de mi cuerpo pareció relajarse un poco.

—¿Todos los días?–. Me reí enternecido.

—¡Si!, ¡todos los días!–. Se aferto más fuerte a mi cuello y envolvió sus piernas en mi cadera–. No me digas que no, por fis. Y-yo llevo mucho queriendo decirte que me gustas mucho, mucho, ¿Puedo gustarte yo a ti también aún siendo un chico?.

Lo abrace devuelta sientiendo levemente más relajado. La tensión en mi parte baja pareció relajarse dejándome pensar mejor.

No sé porque, pero estalle en risas al pensar en todas las mierdas que había querido hacer para declararme pensando en como afrontaria el rechazo sin saber que yo también le gustaba a él.

—Si, claro que puedes gustarme aún siendo un chico–. Respondí entre rísas–. ¿Qué te hace creer que no me gustas?.

Este desenterró levemente la cabeza de mi cuello para mirarme sorprendio. Contuve la risa cuando el adoptó una postura pensativa, de esas que hacen en las películas donde el detective se agarra la barbilla con una mano en la cintura.