22

182 21 1
                                    

Takemitchi.

No sé, pero tengo un mal presentimiento, como si alguien estuviera planeando algo malévolo en mi contra y que no involucra mi muerte si no mi sufrimiento eterno y vergüenza infinita por el resto de mi mortal existencia.

Volví a estornudar, no sé si por el frío y el copito de nieve que me callo en toda la cara o por qué alguien andaba hablando de mi. Esperemos y sea lo primero porque yo tengo una sal asquerosa cuando se trata de pandilleros, malandros finos y Samsung, digo, Sanzu.

Akkun y yo seguimos caminando por el centro comercial, para comprar comida y algo más de ropa para pasar esta mierda de frío, y puede que se nos antoja alguna pendejada como cada que venimos, cuando a lo lejos vimos a Emma y a Hakkai deambular de un lado para otro como si estuvieran perdidos.

No tardé en gritarles un saludo, pero contrario a lo que yo esperaba estos se asustaron y saliendo corriendo.

«... Tal vez están asustados huyendo de alguien y me confundieron.»






⊂((・▽・))⊃





Emma.

—Creo que se me comprimieron los órganos del susto...

Trate a recuperar el aliento mientras asentía dando la razón a Hakkai.

—No... No esperaba encontrar a Take en medio de nuestras búsqueda de las cosas para el plan.

Después de un rato recuperandonos del susto volvimos a nuestras mística búsqueda del famoso Caffe ultra cargado para la receta de los gemelos Sakamaki, alias los creadores de nicotina chafa, sin saber si lo necesitan por la cafeína o para mantenerse despiertos con las tremendas ojerotas que tienen por sus exámenes de vacaciones navideñas.

—Nose... Pero tengo un presentimiento muy culero–. Comentó Hakkai.

—No le heches más agua al Tsunami y simplemente pongamos nuestra fe en Dios y en Hina la divina.

Este se atragantó con su risa liberando, sin querer, la pequeña tención que se había formado en el ambiente debido al montón de consecuencias que el minimo fallo en nuestro plan pudiese provocar. La mayoría terminando en nuestra muerte, miseria eterna o con Take odiando nos por el resto de su existencia.

Un escalofrío recorrió mi espalda.

Seguimos buscando tienda por tienda porque ninguno recordaba la maldita dirección, que nos dieron junto con un mapa del centro esté de mierda, de la tienda en específico donde vendían lo que necesitábamos; al parecer esta es la única tienda donde les dan descuento... Además dicen que solo el café de esa tienda sirve para el plan lo cual no me da buena espina; solo recordabamos que se llamaba Bloddy Coffe y que tiene un gran letrero en negro y rojo con un gato con un cuchillo.

—Espero y lo que estemos llendo a comprar no sea alguna clase de droga malandra...

—Hakkai... No me hagas querer devolverme para mi casa cuando ya llevamos más de tres horas buscando esa mierda.

Este solo respondió unos “Okey, oki” entre una risa atragantado, llena de nerviosismo y sufrimiento interno por cierto, antes de seguir caminando.

Todavía llevábamos una hora buscando y no encontrábamos la jodida tienda, a este punto quería arrancarme el cuero cabelludo y comerle las entrañas a los gemelos por no ser lo suficientemente inteligentes como para saber que yo y Hakkai no somos muy fans de los centros, por lo cual no sabemos mucho de direcciones en esta mierda, a menos de que sea para ropa, comida o algún juego pendejo que vimos en la tele.

Sal Conmigo Malditasea [Smile X Takemishi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora