Sal Conmigo Malditasea [Smile X Takemishi]

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Takemitchi.

Me temblaban las piernas, ¿Cómo se suponía que iba a verlo a la cara después de tremenda estupidez?.

Por unos instantes me arrepentí de haber escogido la primera opción, si hubiese sido un poco más inteligente ahora estaría en mi casa planeando algo con más detalle mientras lloro y acaricio el gatito, pero ya era demasiado tarde para dar marcha atrás.

Caminé a paso lento hacia el santuario, haciendo tiempo para aclarar todo lo que quería decirle y pensando en un truco o forma o lo que fuese que pudiera hacer que Nahoya me perdonará aún si me debaja inválido por el resto de la existencia de un golpe.

Varias veces choque con algunas personas por estar distraído, no voy a mentir, dure más de lo necesario disculpándome solo para atrasarme un poco. Un método simple pero efectivo.

Cuando vine a darme cuenta ya estaba a unos pocos pasos del santuario, me había ido por la parte de atrás para esconderme y ver qué tan enojado estaba Nahoya. Sentí los pelos de mi nuca erizarse me al escuchar el sonido de un pie agitandose en el piso cómo si estuviera desesperado.

¿Será del enojo?, ¿Me tarde tanto que lo enoje más y ahora que va a tirar por el pozo?.

Tenía ganas de llorar, pero no pensaba volver a hacerlo hasta que me disculpara. Después de eso puedo llorar todo lo que quiera en mi cama mientras me quejo de todas las cosas malas que tuve que haber hecho en mi vida pasada para que estás cosas me sucedieran.

Respire hondo y a paso lento pero firme me acerque a donde provenía el sonido. Rece porque no fuera Nahoya, pero creo que la suerte no esta de mi lado.

.♥💕♥.

Nahoya.

Estaba empezando a impacientarse, ¿Será que ya no quiere verme?, ¿Hice algo mal?, ¿En realidad se equivo y pensó que yo era otra persona mientras se declaraba?.

Ok, Nahoya Kawata, calma, no seas ridículo, dijo tu nombre así que si se te declaró a ti. Recuerda lo que dice mamá, los borrachos no mienten a menos que vean unicornios.

Empecé a sudar frío, no podía recordar nada de lo que me había propuesto decirle hace no más de media hora, no sabía cómo debía sentirme o que debía decirle y eso me hacía sentir cada vez más inseguro.

Me senti levemente indignado conmigo mismo, ¿Por qué puedo partirle la madre a tipos que me sacan más de dos cabezas sin miedo alguno pero no puedo declararmele a la persona que me gusta sin olvidarme hasta de como se respiraba del pánico?.

Empecé a caminar en círculos, tratando de dejar de pensar el cualquier estupidez y enfocándome más en lo que voy a decir y no en que al parecer el no va a venir.

Dios, ¿El va a venir verdad?, Por favor di que si. Puedo soportar un putazo pero no el ser rechazado sin siquiera intentarlo.

Escuché unos pasos tras mío. Voltee con la ilusión de ver a Takemichi, no puede evitar sentirme decepcionado al ver a Mitsuya.

El frunció el ceño ante mi expresión decepcionada.

—¿Qué haces aquí?

—Tengo el presentimiento de que tienes el cerebro vacío–. Se burló entre risas –. Obvio venía a disculparme... Y decirte que Takemichi está demasiado nervioso y asustado.