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Nahoya.

Se me paro, y no solo el corazón.

Mierda, ¿Cómo puede un maldito Yukata quedarle tan bien a alguien?, ¿Eso siquiera es legal?.

Un hermoso Yukata azul claro con las mangas y la parte inferior en un degradado negro se ceñía a su cuerpo detonando las leves curvas que su cintura tenía, enmarcando levemente sus grandes nalgas y contrastando un poco con su trigueña piel. Los bordados de nubes en sus mangas y la abertura del pecho, el cual está excibia levemente sus clavículas, le hacían parecer aún más delicado y angelical de lo que ya era. No sé si estoy loco, pero podía sentir levemente un aura seductora rodearlo.

Agradezco que, gracias a lo ancha que es esta mierda en la parte de abajo, no se me notera la erección.

Puede ver a mi yo mental alabar a Mitsuya por obligarme a ponerme esta cosa para venir. No quiero ni imaginar la reacción que tendría Takemichi al darse cuenta de lo pervertido que soy.

—N-nahoya–. Jadeo cansado–. ¿Estás bien?, Tú cara está muy roja.

Sus agitada y preocupada respiración me saco de mi obsena nube y me trajo devuelta a la realidad.

Sus manos me tomaron del rostros, atrayendo me hacía el para examinarme con más cautela, sus ojos parecían buscar en lo más recondito de mi alma asiendo me sudar de los nervios. No puede evitar empezar a pensar en ponys, arcoiris y cosas bonitas por si acaso peude leerme la mente.

—Y-yo–. Trage saliva tomando sus manos, aún sin apartarlas de mi cara–. Yo tambien llegue hace poco. Y-yo llegue corriendo también–. Puede escuchar a Mikey maldecir me por mentiroso–. Creo que todavía estoy un poco cansado.

Sus ojos parecian estrellas, brillando y expresando todo lo que pasaba por su pequeña y hermosa cabecita. Mire a otro lado por miedo a soltar la sopa debido al pequeño sentimiento de culpa que me invadió al mentirle tan descaradamente.

—¡Oh!, ¿Te gustaría sentarte a descansar otro ratito más?.

Sentí mi corazón explotar al ver sus lindas reacciones, trate de desviar la mirada otra vez o algo. Pero esta termino en sus labios y...

¡Espera!, ¡¿El lleva glos?!

Me ahoge con mi saliva al ver lo llamativos y jugosos que se veían sus labios, ¿Acaso está tratando de provocarme?, ¡Esto es demasiado para mí!

—N-Naho, ¡¿Estás bien?!.

—Y-yo–. Tos–. ¿Y si comenzamos con la ci- ¡Salida de amigos!

Sentí mi rostro calentarse a topé al escuchar la risa de Takemichi explotar.

Baji tiene razón, Takemitchy me vuelve estupido... Pero no importa, ya lo era de todas formas.

—Y-ya–. Trato de decir entre rísas ahogadas–. Vamos, empecemos nuestra cita.

Él... ¿Acaba de burlarse de mi?.

<( ̄︶ ̄)>



Intente recordar el intinerario que había tardó dos malditas semanas en planear, pero lo único que recuerdo es que teniamos que pasar por el puesto de los dichosos Sakamaki antes de ir al santuario para ver los fuegos artificiales.

No sé si era por los nervios de ganar el maldito oso de peluche y no quedar como un estupido ante Takemichi o porque este estaba casi suspirandome en el oído cada que me intentaba animar.

Trate de concentraeme en tirar bien la puta bola, pero si tomamos en cuenta mi hermosísima puntería, más mis nervios dividido por un Takemichi demasiado cerca de da como resultado una inminente falla.

Sal Conmigo Malditasea [Smile X Takemishi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora