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Takemichi.

—Oh... ¿Los Sakamaki pusieron un puesto?.

Pregunte intrigado, Nahoya me miró y asintió con la cabeza. Sus orejas estaban rojas al igual que las mías, podía sentir mis mejillas arder mientras balanceaba nuestras manos que estaban entrelazadas.

Ya habíamos recorrido media feria, jugamos la mayoría de los juegos del bloque izquierdo ganandonos un par de cositas más, como la orquilla que Naho trae en el pelo o las pulseras que yo llevo puestas.

Me sentia extremadamente feliz, sentía las mariposas en mi pecho burbujear al pensar lo maravillosa que estaba siendo nuestra cita.

Porque si, se que soy un poco pendejo, pero notanto como para evadir el hecho de que Nahoya pensaba, al igual de yo, de esa forma, que lo nuestro era una cita.

Yo... Tal vez tenga una oportunidad.

—¿Vamos?, Quiero probar las bebidas que hicieron, me he encontrado gente en la feria que habla de lo bien que saben.

Yo solo asentí con más curiosidad que antes, dejándome arrastrar por él al dichoso puesto. La curiosidad también me invadió, yo también había escuchado a más de una persona hablar o recomendar el puesto de los gemelos, describiendo los jugos tan fantásticos que hacen de una manera que empezaban a creer que tal vez estaban exagerado.

Es más, escuche también hablar de una dichosa receta especial que te da el valor para hacer cualquier cosa. Y aunque no sé si funcione, esa es la que más me interesa en estos momentos.

—¡Hola tortolos!– saludo efusivamente Ron.

Me sonroje al escuchar la forma en la que nos llamó, mire a Nahoya apenado sorprendiendome al ver su cara igual de roja que la mía.

Esperaba que lo maldijera y le llevará la contraria, pero me sorprendí aún más al ver cómo solo le pegaba un sape y luego saludaba a los demás. Sin negar o refutar nada.

—Te vas a tragar una mosca Takemichi–. Se burló divertido Mitsuya.

Cerré la boca avergonzado y me acerque a saludar a los demás. Yuzuha y Hina estaban en una esquina, pero solo me atrevía a saludarlas de lejito, sin olvidarme de lanzarles una mirada pícara, al ver lo juntitas que estaban.

Rui de ascerco a mi con un vasito, lo mire con curiosidad.

—El payaso con problemas de ira te compro uno.– Me reí por el apodo que le había puesto a Naho–. ¿Quierés este o lo querés cambiar?, Tengo el presentimiento de que él no te ha preguntado de que lo querías así que lo hago yo.

—¿De que es el que tienes en la mano?.

—Receta especial.– pareció reuirme la mirada, como si se sintiera apenado o culpable por algo.

—¡Oh!, ¡Quiero ese!

El me miró divertido y me pasó el vaso.

Mire el líquido anonado, su color era entre un rojizo claro y un marrón rosáceo bastante bonito, un leve fragancia a cereza salía de este junto con otro aroma de no logré percibir bien por más que lo intentará. Había varias figuritas comestibles flotando en el vaso, las estrellitas y ositos parecían haber sido acomodadas para quedar de una forma perfecta que lo hacía ver bastante bonito e infantil.

Mire a Rui divertido, era obvio que el había agregado las decoraciones, pero este me rehuyo sonrojado corriendo hacia Mitsuya con la posible intención de evadir cualquier pregunta mía sobre las figuritas.

Me acerqué el vaso a los labios, pero antes de poder tomar un trago Angry me tomo de la muñeca. Lo mire confundido.

—Creo que deberían beberselo afuera.–Pareció contener la risa–. No creo que quieran pasar parte de su cita en un puesto lleno de jugos y brillitos.

Sal Conmigo Malditasea [Smile X Takemishi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora