Sal Conmigo Malditasea [Smile X Takemishi]

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Takemichi.

Los mareos empezaron a inundar me y la sensación de estarme ahogando se asentó en mis pulmones dejándome varado en la delegación.

Dios, ¿Por qué de todos los miembros en los que me podía dar esta mierda tenía que ser ahora?, ¿Por qué tenía que volver a lo mismo en este momento?.

Podía sentir las lágrimas resbalar por mi cara y los sollozos escapar por mi boca. Pero por más que lo intentaba no podía abrir los ojos o correr al baño para ocultarme.

Empecé a marearme aún más al pensar en la cara asustada de los chicos al verme. ¿Se preocuparan o simplemente se molestarán conmigo por hacer tanto ruido?. El solo pensar en sus caras de asco al verme empecé a ahogarme aún más.

El dolor de mis pulmones se hizo insoportable añadiéndole puntos a mis lágrimas.

No pude evitar pensar en todas las veces que la cage y en todas las veces que sentí que no era nadie. En la cara de asco de Smile... El los ojos malditamente maniáticos el tipo.

¿Es mi culpa lo que pasó por dejar que los chicos me tomaran fotos?, Tal vez si no les hubiera dado permiso eso no hubiera pasado... Tal vez si soy una puta.

Y-yo... Yo s-

—Takemichi!!!–. Esa... Esa no es la voz de Chifuyu?, ¡¿Algo le pasa a Chifuyu?!–, Dios, Draken, ¡¿Cuanto tardará en llegar la puta ambulancia de mierda?!

¿Ambulancia?

—Saben qué, olvidense de esa mierda, yo lo llevó.

—Es la mejor idea, es más rápido.

—¡Mierda!, ¡está volviendo a convulsionar!

Los gritos de todos me aturdieron y preocuparon, ¿Estaba convulsionando?, Joder, esto no esta bien. Ellos no deberían de preocuparse por mí.

Entente abrir los labios, intente decirles que estaba bien, que era normal, pero simplemente escuchaba zumbidos y los gritos asustados y sollozos de Angry y Chifuyu.

Las conciencia me abandono en algún punto, lo último que recuerdo es una suave brisa y los latidos de un agitado corazón.

💙

Nahoya

No podía describir el nivel de angustia que sentía desde el intaste en que escuche a Takemitchi balbucear y lamentarse. Más de que no estaba tan preocupado como cuanto lo escuché decir que lo ha que paso fue su culpa para luego empezar a temblar.

Me pasé varios semáforos en rojo y estuve a nada de chocar a cuatro personas. Pero ninguna de las dos cosas me importa. ¿Cómo van a impotarme cuando puedo sentir el corazón del rubio latir cada vez más lento?.

Mierda, mis ojos empezaron a empanarse dificultando me la tarea de mantenernos vivos hasta llegar al hospital.

Lo único que me tranquilizaba un poco era el sonido y la sensación de la respiración deo rubio en mi pecho y el crujido de las motos de los chicos tras mis espaldas.

A lo lejos pude ver las luces rojas del cartel de emergencias, ascelere más, si eso es posible, y frene de golpe asustando a varios enfermeros, los cuales ya nos conocían de sobra. Tome al rubio, quién ya empezaba a ponerse pálido, y tire la moto ascercandome rápidamente a la entrada.

No hay que mencionar lo preocupados que empezaron a estar varios enfermeros al ver al ojician pálido, temblando y casi sin pulso en mis brazos.

Uno de ellos se ascerco a arrabatarmelo, no puede evitar gruñir le y alejatme de el. Este señaló la camilla asustado y sin más remedio me dejor ponerlo a mí.