Marinette movió el bolígrafo entre sus dedos en un gesto ondulante. No se atrevía a hacerlo girar, no fuera a terminar en la botella de agua de algún compañero. Ya había tenido la mala fortuna de acertar en alguna ocasión. Marinette no tenía coordinación mano ojo, pero si había alguna torpeza imposible, Marinette siempre lo conseguía. Para su vergüenza.
Observó concentrada la hoja en blanco que tenía delante. Estaba frustrada. Trataba de arañar alguna idea de su cabeza, pero en cuanto se le ocurría algo lo desechaba por absurdo, repetido o demasiado costoso de producir.
Rose, por su parte, había garabateado decenas de ideas en su hoja, pero ninguna parecía gustarle lo suficiente. Y en cuanto Marinette vio un dibujo de un cañón de purpurina, supo que su trabajo quizás sería traer de vuelta a la Tierra a Rose. Marinette esperó no tener que abrir su monedero y enseñárselo para convencerla.
—Algo que simbolice la primavera —meditó Rose en voz baja.
Esa vez el tema que planteó la profesora Bustier en la tutoría fue común, aunque las parejas las volvió a distribuir ella. La pareja más conflictiva del grupo eran Chloé y Alya, que se llevaban tan bien como una mangosta y una cobra. En realidad era algo que le sorprendía porque Alya era, por encima de todo, diplomática y pragmática, pero supuso que Chloé tenía el don natural de tocarle los botones erróneos a todo el mundo.
Alya cruzó miradas con Marinette y la pelirroja le puso tal cara de exagerada consternación que Marinette tuvo que apretar los labios para no sonreír. Sin producir ningún sonido, movió los labios diciendo "fighting!" y haciéndole un gesto de ánimo.
—No quiero que hagamos algo demasiado trillado —suspiró Marinette, quitándoles la vista de encima a Chloé y a Alya—. Pero tampoco nada tan complicado que nadie lo pille.
—Quizás deberíamos tirar por lo más obvio —comentó Rose—. Algo como un arcoíris.
—Pero eso quizás quede demasiado obvio, ¿no?
—Puede ser, pero quizás podamos darle una vuelta de tuerca para que sea nuestro arcoíris, ¿sabes?
—Nuestro, ¿eh? —reflexionó Marinette, escribiendo la palabra en su cuaderno—. Vamos a probar una cosa. Tú dices una cosa que signifiquen los arcoíris para ti y yo digo otra, así, en modo lluvia de ideas, a lo mejor nos sale algo distinto.
—Vale, ¿empiezas tú?
—No, dale tú —ofreció Marinette mientras dibujaba toda una red de flechas con círculos en blanco.
—Bueno, vale... Color.
Marinette apuntó la palabra en uno de los huecos.
—Flores.
—Calor.
—Lluvia.
—Sol.
—Sonrisa.
—Ay, ese me gusta —comentó Rose, ilusionada—. A mí siempre me hacen sonreír, lo cual es curioso porque si lo piensas un arcoíris parece una mueca triste.
Marinette soltó una carcajada que atrajo las miradas de algunos de sus compañeros, pero ella se mantuvo indiferente, concentrada como estaba.
—Te toca —le recordó Marinette.
—Ah, sí. Pues... Armonía.
—Confianza.
—Libertad.
—Confraternidad —apuntó Marinette—. La verdad es que no sé de donde me ha venido la palabreja.
—Me gusta —aseguró Rose—. ¿Se te ocurre algo con todo esto?
—Hemos pasado de lo material a lo conceptual, así que quizás podríamos tirar por ahí —sugirió Marinette—. Coger algo tangible como las flores y usar el color para transmitir un concepto distinto.
—Me gustó mucho lo de la confraternidad y la libertad —dijo Rose—. Quizás podríamos crear un arcoíris con flores que refleje eso. Como dos personas unidas por el arcoíris.
—¿Y si son dos manos con los dedos entrelazados? Y entre las dos una flor con un montón de pétalos pintados de muchos colores, como el arcoíris.
Marinette le dio la vuelta al papel e hizo un bosquejo apurado de dos manos agarrándose por el meñique, como si se hicieran una promesa.
—Y si... —continuó Rose, dubitativa—. Y si en lugar del arcoíris de toda la vida hacemos que los pétalos de fuera sean los del orgullo LGTB+ y en el centro los de la bandera trans. En plan, me parece que tiene su sentido si lo relacionamos con la fraternidad, ¿no? Y pienso que ahora más que nunca todo el colectivo debería proteger y aupar a la gente trans... No sé, ¿qué te parece?
—Pues... —comenzó a decir Marinette con una sonrisa radiante—. Que vamos a necesitar una flor con un montón de pétalos.
Lunes, 21 de marzo de 2022
¡Hola a todos, lindas flores!
Bueno, este fin de semana he estado un poco en modo paz mental y ni me acordé de escribir, pero, ey, aquí estamos de nuevo. Nos quedan unos diez días para que se acabe el reto y, ay, mi corazoncito.
Pues con esto y un bizcocho, ¡nos leemos pronto!
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Atrapada entre bits
أدب الهواةEn un mundo donde los superhéroes son admirados y están en boca de todos, hay secretos que pueden tener un precio muy alto y mentiras que pueden ocultar las cicatrices. "Atrapada entre bits" forma parte del reto #MarinetteMarch2022.