METICHE

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No existían muchos sitios en Miraculous que no estuvieran repletos de un batiburrillo de textos, voces y personajes corriendo de un lado para otro. Era difícil tener momentos de paz y tranquilidad allí dentro, a no ser que fueras al santuario, pero ese era un espacio personal que no se podía compartir con otros jugadores.

Chat Noir era, aunque Marinette se negaba a decirlo en voz alta, un gato muy listo. Tenía una habilidad única para encontrar escondrijos, madrigueras y salidas en los laberintos. Fue él quien descubrió aquel lugar.

—Las vistas desde aquí son impresionantes —afirmó Ladybug, sentada sobre la estructura metálica.

—Sabía que te gustaría —respondió Chat con entusiasmo, se sentó a su lado.

A sus pies se extendía la ciudad de París y ellos, desde la zona más alta de la Torre Eiffel, podían contemplarla a vista de pájaro.

—¿Cómo descubriste esto? —preguntó Ladybug—. Pensaba que salvo la base de la torre, la estructura era meramente decorativa.

—Se supone que lo es, realmente no se puede recorrer la torre, solo esta zona en la que estamos sentados tú y yo.

—¿Y eso cómo lo sabes?

—Podría decirse que he usado el método científico.

—¿Quién te lo dijo, oh, gato de Schrödinger? —preguntó Marinette suspicaz.

—Lo dices como si siempre tuviera la oreja atenta a los comentarios de los demás, M'lady —protestó Chat Noir, cruzándose de brazos.

—Ahora no te hagas el interesante, eres un gatete metiche.

—¡No lo soy!

—Pero si eres tú el que siempre me cuenta todos los salseos, los dramas y los follones que se monta aquí la gente.

—¡Por qué me las cuentan! ¡Y yo tengo un oído muy sensible!

Ladybug se rió a su costa, descaradamente.

—Ja ja, gato metiche.

—Bueno, ¡a lo mejor sí chismorreo un poco! —aceptó Chat Noir, avergonzado—. Pero de este sitio no me ha hablado nadie. Lo descubrí yo, y lo hice solito.

—¿Y eso cómo fue?

—Fue antes de conocernos, a poco más de empezar yo a jugar en realidad. Como siempre jugaba solo, podía dedicarle mucho tiempo a explorar la ciudad, algo que no puedo hacer con frecuencia en mi día a día —Chat suspiró—. En una pelea con un akuma, salí volando por los aires y aterricé aquí. Y a partir de ahí fue solo ir moviéndome por la torre y ver cuales eran las zonas por las que podía caminar. Creo que se trata de un bug del que no se han dado cuenta, y es tan increíble que no pienso notificarles para que lo arreglen. Es mi secreto.

—¿Y por qué lo has compartido conmigo?

—Porque eres tú, Ladybug.

Chat lo dijo con una seguridad y tranquilidad que jamás le había escuchado. Marinette se olvidó de como hablar delante del micro, tratando de entender lo que acababa de escuchar.

Lo dice porque somos amigos, se dijo a sí misma Marinette, eso somos, amigos.

Sábado. 5 de marzo de 2022

¡Hola a todos, lindas flores!

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¡Hola a todos, lindas flores!

Este ha sido un capítulo cortito, pero supongo que tengo el cerebro hecho papilla después de lo de ayer jajajajajaja Aún así fue algo muy dulce de escribir y que ya nos muestra algunos retazos más sobre el LadyNoir. Meter una referencia a Lilo y Stitch en este capítulo ha sido mi placer culposo jajajajajaja

En fin, con esto y un bizcocho, ¡nos leemos mañana!

En fin, con esto y un bizcocho, ¡nos leemos mañana!

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Atrapada entre bitsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora