♥ Veintisiete ♥

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—He llegado— avisé mi llegada, pero lo próximo que sentí fueron..

Ni siquiera quiero decirlo, no sale de mis labios.

—Malditos adictos al sexo— maldije por lo bajo— perturbándole la mente a una chica tan pura como yo.

Estaba a punto de cerrar la puerta detrás de mí, pero una fuerza aplicada sobre este me lo impidió. Confundida me giré a ver de quién provenía el forcejeo, visualizando la figura de ese chico.

—Por favor, ya no me ignores— pidió con un tono suplicante.

—Jungkook, estoy cansada, quiero entrar— quería evitarlo un poco más.

Lo próximo audible fue un gemido fuerte por parte de mi... decente prima.

—No creo que quieras estar aquí mientras alguien se folla a tu prima— aseguró burlonamente.

—Créeme, acabarás igual de perturbado que yo cuando sepas quién es el responsable— comenté.

—Lo dudo.

—¿Qué te parece Namjoon?

Inmediatamente su mirada cambió, abrió sus ojos como platos y su mandíbula casi perfora el suelo.

—Hastag traumatizado de por vida— habló anonadado.

—Lo sé— afirmé y lo observé con mis brazos cruzados, hablando en serio— aún estoy molesta contigo, Jeon.

—Eso me consta— me hizo saber— pero quiero arreglar las cosas.

—Sabes que eso no es tan fácil.

—Tienes mil razones para perdonarme— aseguró.

—¿A ver?— cuestioné con una ceja alzada.

—Literalmente fueron mil, hice una lista en la noche pero no la traigo conmigo. Así que te diré la principal.

—Te escucho.

—La principal es que me amas, y yo también lo hago. No puedo vivir sin tí y sabes que puedo lanzarme de un noveno piso si te niegas a hablarme— exageró al final.

—Eres un adulador, Jeon— opiné largando una carcajada, la cual le contagié.

Otro gemido se hizo presente, haciéndonos callar y observaron seriamente.

—Hablemos esto en otra parte— propuso tenso luego de aclarar su garganta.

—Estoy de acuerdo— afirmé compartiendo el sentimiento.

—A dos manzanas está el café, ¿vamos?

—No traigo dinero, Jungkook— avisé.

—¿Quién dijo que debías traer dinero?— replicó con una sonrisa pequeña, tomó mi mano y caminó a mi lado— vamos

• 착한 마음씨 •

—¿Me perdonas?— suplicó.

—Con la condición de que me prometas que no se volverá a repetir algo así, y te disculparás con V apenas lo veas— impuse.

—Hecho— afirmó alegremente para continuar bebiendo Coca Cola.

Un anuncio televisivo que podía visualizarse desde las grandes pantallas del local nos llamó la atención, así que dirigimos nuestras miradas hacia ellas.

—Perdón— llamó Jungkook a uno de los trabajadores— ¿Podrían subir el volumen?

Asintió y sacó un control para complacer nuestra petición, agradecimos y el joven se retiró.

Good Heart «김태형» ✓ EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora