Tras tomar la decisión de casarse con la empresaria, en la mente de Alba tomó lugar la preocupación de no ir vestida adecuadamente. Llevaba puesto un mono rojo de la empresa, una camiseta amarilla y unas deportivas.
-Olvídate de la ropa - se apresuró a decir Famous cuando vio a la cartera mirando su atuendo -. Vamos a entrar ya.
Como era de esperar, cuando entraron a la sala en la que iban a casarse, los invitados se preguntaron que ¿qué estaba pasando? ¿dónde estaba Sofía? ¿por qué Natalia entraba con otra mujer? Y, ¿porqué iba vestida de esa manera?
Algunos de ellos ya estaban informados, ya que en cuanto se decidió, Marta fue a avisarles, pero no pudo hacerlo con todos.
Después de la ceremonia, Natalia se fue disparada del lugar dejándoles a todos perplejos a las afueras del juzgado.
Otra vez había sufrido el abandono de una persona a la que amaba. No quería quedarse sin explicaciones esta vez, por lo que, condujo hasta la casa de su ya ex prometida.
«Una casa que compré yo», pensó.
Natalia era una mujer muy segura a la hora de tomar decisiones tanto para su empresa como para cualquier otro asunto que lo necesitase, pero en ese momento... en ese momento le invadió el miedo. Quería llamar al timbre pero no quería escuchar la respuesta que le daría Sofía respecto al motivo por el que no quiso casarse con ella. Temía que la respuesta fuese un «ya no te amo, Natalia», o que quizá le dijera que había conocido a otra persona.
¿Es que existía algo peor que eso? ¿que le dejara por otra persona justo el día de su boda?
¿Qué había hecho mal?, se preguntó Natalia. El día anterior habían estado juntas en la agencia de modelos en la que consiguió empleo gracias a Natalia. Las dos estaban ilusionadas y todo parecía iba perfecto, pero demasiado perfecto para ser verdad, pensaba ahora la empresaria.
***
Famous había acompañado a Alba a la agencia de correos para, obviamente, presentar la renuncia. Ya que, el influencer le dijo a la cartera que su vida ahora había dado un giro de 360°.
-Aquí vivirás durante los próximos seis meses de tu vida.
Alba miraba perpleja el enorme dúplex que iba a ser su casa. Tenía una decoración alegre, las paredes estaban llenas de fotografías de Natalia y Sofía. Se veía feliz en las fotos.
-Ése es el cuarto de Natalia...- aquel será el tuyo.
-Gracias, señor...
-Famous, sólo dime Famous. Estoy seguro de que seremos muy buenos amigos, guapa - el influencer le besó el torso de la mano a la rubia, Alba.
Alba percibió un doble sentido detrás de sus palabras, pero lo dejó pasar. No estaba ahí por gusto, es más, ya se estaba arrepintiendo. Pero es lo que pasa por querer ayudar. Iba a evitar todo lo que le trajera un disgusto.
-Prefiero señor Famous, así mantenemos las distancias que nos separan.
-Entre tú y yo ya no hay ningún tipo de distancia. A ver, te explico...- sirvió un vaso de whisky ofreciéndoselo a Alba.
-No, gracias.
-Tú ahora eres la esposa de Natalia, yo soy el mejor amigo de Natalia y el padrino de su boda. Por lo tanto, tú y yo debemos ser amigos. Al menos de cara para afuera.
-No soy la esposa de nadie.
-¿Ah no?
-¡No! - negó rotunda la rubia.
-¿Me harías el favor de mirar si llevas una alianza en tu dedo? - a Alba no le hizo falta. Lo sabía, y lo sabía perfectamente. No era necesario que tuvieran que recordarle que acababa de perder su vida por una completa desconocida solo por querer ayudar. Y por la labia de Famous, claro.
-Puedo irme cuando quiera.
-Txu, txu, txu... Eso no es así, guapa - miró el reloj de diamantes que llevaba en la muñeca, regalo de Natalia por su cumpleaños -. En nada llegará el abogado con los papeles del contrato de vuestro matrimonio. Es la única manera que tienes de cumplir con tu palabra.
-Ustedes no me pueden retener aquí a la fuerza.
-No es retenerte a la fuerza, guapa. Aunque aceptaras no firmar nada y tomaras la decisión de irte, Natalia podría demandarte por abandono de hogar y entonces habría un largo proceso judicial, y créeme, no te va a gustar.
-¿Sólo por ayudar?
-Pudiste haberte negado.
-¡Y lo hice! - chilló Alba.
-Lo siento mucho, guapa.
-Os demandaré.
-¡Adelante! Será tu palabra contra la de Natalia Lacunza - Famous se puso a reír y tras acabarse el vaso de whisky, salió de la casa.
Todo por cuanto había dado lo mejor de ella, como en esforzarse a recuperar su relación con su novia, Julia; había quedado atrás. Ya no había qué hacer. Famous tenía razón, iba a ser su palabra contra la de Natalia.
Pasadas las cinco horas de la tarde, Alba seguía tumbada boca arriba en la elegante cama de su dormitorio. Natalia no se había aparecido por ahí y tampoco es que le importara tanto, pero tenía hambre y el ogro marrón, Famous, no le había explicado cómo funcionaban los electrodomésticos de última generación de la cocina de la empresaria. Optó por pedir una pizza, pero no tenía suficiente.
«Se aprende haciendo», se dijo a sí misma armándose de valor. Lo iba a intentar, después de todo, tampoco es que estuviera tan retrasada en cuanto al uso de las tecnologías se tratase. En el estudio de su amigo Joan, realizaba mezclas con aparatos de última generación. Pero claro, no es lo mismo un aparato de mezclas de sonidos que una máquina que te condimenta la comida y te la cocina a la perfección.
-Creo que este botón es el correc...
-¿Quién eres tú y qué haces en mi cocina? - Alba dio un brinco por el susto y la sartén que estaba sosteniendo se cayó al suelo.
-Se... se... señorita Natalia, yo...
-Ah, eres tú - asumió Natalia sentándose sobre la mesa y la rubia sólo se limitó a asentir con la cabeza.
Natalia estaba cabizbaja, vulnerable. Se le notaba que había llorado mucho todo el día, pero Alba tenía sus propias movidas también y no le importó el estado anímico de la empresaria para hablarle de lo que llevaba rondando en su cabeza desde la casi pelea con Famous.
-He aceptado hacerla el favor de casarme con usted, pero no permitiré ni una amenaza más - dijo levantando el dedo hacia la empresaria en señal de amenaza e inmediatamente retiró su mano.
-¿De qué estás hablando? - la cara de la empresaria reflejaba asombro pero en su mirada reinaba la tristeza.
-Yo no acepté hacer esto por dinero, su dinero me importa muy poco. Usted estaba en apuros y quise ayudarla, pero no sabía que tenía que estar seis meses en esta farsa. No se ofenda pero...
-La pagaré muy bien.
-No se trata de dinero. Tengo un buen corazón, señorita Natalia, pero tengo una vida ahí afuera también. Tengo unos amigos, una hermana que cuando se entere de esto me va a matar y... tengo una novia a la que amo con todo mi ser - dijo cabizbaja, casi al borde de las lágrimas.
-Te vas a quedar aquí, señorita. El amor no existe, tan sólo es un mito.
-Mire, no porque a usted le hayan dejado plan...- Alba se calló de inmediato cerrando los ojos -. Voy a recoger el intento de cena que quise hacer.
-Mejor - dijo Natalia con una mirada amenazante y salió de la cocina.
Alba se golpeó varias veces la frente reprochándose a sí misma que por bocona ahora se quedaría sin cenar. En su mente había pensado en comentarle a Natalia lo de la amenaza de Famous, Natalia le respondería de una manera que ella no había pensado aún y luego le preguntaría cómo se utilizaban esos electrodomésticos.
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Recuperando La Ilusión
أدب الهواةTras la muerte de su abuela, en la lectura del testamento había una cláusula que estipulaba que Natalia no podía cobrar la herencia sin estar casada. Eso no supuso ningún problema para la presidenta de Lacunza Music, pues había encontrado al amor de...