El ascensor se detuvo en la séptima planta y Alba no tenía claro todavía si debía plantarle un beso nada más verla o saludarle amablemente.
Todos sus pensamientos se esfumaron en cuanto vio a Natalia, estaba sentada de espaldas sobre el respaldo de una silla en la mini sala de reuniones de la que suponía era su oficina.
Entró sigilosamente abrazando a la morena por detrás.
-Hola, mi amor - le susurró al oído.
-¿Alba? ¿Qué haces aquí? - preguntó Natalia mirando al grupo de gente que tenía delante de ella y de la que Alba evidentemente no se había percatado.
-Como me enviaste esa foto diciéndome que me...- Alba se detuvo en seco cuando vio al resto de personas, llevándose las manos a la cara -. Lo... Lo siento, yo...- se había empezado a poner nerviosa. Más nerviosa se puso cuando identificó a la gente que estaba reunida con Natalia -. No me lo creo - dijo sorprendida.
Delante de ella tenía a la mismísima pareja de moda, Rosalía y Rauw Alejandro. Y no eran los únicos, también estaban Lola Índigo, C-Tangana, Aitana y otros dos hombres y dos mujeres que no identificó.
-Estoy en una reunión, Alba. Espérame en la sala de al lado - le dijo Natalia susurrando.
-Ha... Hasta luego - dijo con una sonrisa nerviosa.
-Tú eres Alba, ¿verdad? Alba Reche - escuchó detrás de ella. Era la mismísima Rosalía quien se estaba dirigiendo a ella.
-¿Yo?...- preguntó a causa de los nervios - osea, sí, soy yo.
-Jo, tía. He escuchado tus covers, tienes una voz increíble. Soy tu fan - Alba en ese momento sentía que se mareaba. Que la Rosalía le dijera algo así era simplemente increíble.
-Gracias - dijo sonriendo nerviosa.
-Un amigo mío te etiqueta mucho en instagram, Joan, no sé si lo conoces - ella asintió. Joan era su amigo y productor - un día de éstos entré en tu perfil con una cuenta falsa y... me enamoré de tu voz.
-Aww, muchas gracias. Jo, no sé qué decir.
¿Era cosa suya o se estaba poniendo roja?, pensó.
Natalia, perpleja a todo lo que estaba escuchando no podía creérselo, de modo que Alba cantaba. Y por lo que decía Rosalía lo hacía muy bien.
¿Cuántas cosas hacía bien esa mujer?, pensó.
-No les quito más el tiempo - dijo mirando a Natalia con una enorme sonrisa en la boca por el tan mágico momento que acababa de vivir.
-¿Por qué no te quedas? - le preguntó Natalia y la cara de sorpresa de Alba no pudo ser más evidente.
Ella sin dudarlo aceptó y se sentó en la silla que Natalia le había ofrecido, en la que previamente estuvo la morena sentada. Natalia optó por quedarse de pie al lado suyo.
***
Tras la reunión y marcha de los artistas y sus representantes, Alba y Natalia se quedaron en la oficina de la morena.
-¿Te preocupa algo? - preguntó la rubia al ver a la morena tan pensativa sin poder concentrarse en lo que estaba haciendo.
-¿Por qué lo dices? - preguntó.
-No lo sé. Tengo la impresión de que te preocupa algo. ¿Es porque he venido?
-¿Qué? No, no es eso. Cierto es que no habría estado mal que me hubieras avisado primero.
-Lo siento. Si estás así porque Rauw Alejandro ha decidido no firmar por tu sello no te preocupes, ya verás que llegarán muchos mejores artistas que él - Alba puso su mano sobre la de Natalia y ésta la miró muy pensativa -. Creo que no estás aquí, Natalia. ¿Por qué no nos vamos un rato de aquí para comer algo y así desconectas un poco?
-Sí, sí sí, tienes razón, discúlpame.
A pesar de las disculpas de Natalia y haber cedido a salir a comer, Alba seguía notando que en ella algo no iba bien.
-Natalia, eres la dueña de todo esto, ¿por qué no te tomas lo que queda del día libre? Te lo repito, no te veo bien.
-¿Por qué me llamaste mi amor? - preguntó sin más.
Alba desde luego no se esperaba esa pregunta en ese momento, pero sí estaba dispuesta a dar la cara y a decirle lo que en tan poco tiempo había empezado a sentir.
-Porque lo eres - contestó mirándole a la cara -. Natalia, lo he estado pensando y creo que no es necesario que ocultemos que nos atraemos y nos gustamos. Tú me gustas muchísimo, y sé que yo a ti también. Por lo tanto, te propongo que tratemos de llevarnos como un matrimonio de verdad, ¿qué me dices?
-¿Qué quieres decir con "matrimonio de verdad"? - Natalia obviamente había pensado en lo mismo, pero quería saber qué concepto tenía Alba sobre eso.
-Natalia, podemos tratarnos de "mi amor, cariño, mi vida"; besarnos delante de otra gente y de nuestros amigos, salir a divertirnos a un bar, discoteca, ir a los bolos o al cine.
Definitivamente no tenían el mismo concepto. Iban por el mismo camino pero con ideas diferentes. Ella lo único que quería era sexo y cariñitos en casa.
-Alba, esas cosas las hacen los enamorados. Tú y yo no estamos enamoradas.
-Te equivocas, Natalia, porque yo sí estoy enamorada de ti.
-¡Alba eso es imposible! - chilló levantándose de golpe de su escritorio -. Hace dos días estabas llorando por tu novia.
-No tenía claro lo que sentía.
-¿Que no tenías claro lo que sentías? Qué te ha hecho tenerlo claro ahora, ¿todo esto? - preguntó señalando todos los lujos que había en su despacho -. Pensé que no te interesaba el dinero.
-¡Tu dinero no me interesa, Natalia! - dijo levantándose -. No me interesa tu dinero. Sin quererlo me he enamorado de ti, sí, en menos de una semana.
-Nunca te voy a amar - dijo Natalia clavándole la mirada justo en la suya - nunca.
-Eso lo veremos - contestó desafiante Alba.
-No te hagas ilusiones conmigo. Yo sólo amo y amaré a una mujer en toda la vida. Esa mujer se llama Sofía - esas palabras lastimaron a Alba, pero se hizo la fuerte -. ¿Sabes porqué tenías la sensación de que me preocupaba algo? La manera en que has llegado a mi oficina me recordó a Sofía, ella una vez llegó de esa manera mientras que estaba en una reunión y se comportó igualmente como lo has hecho tú. Por eso no he dejado de pensar en ella desde que has llegado. Nos divertimos juntas, sí, pero no hay necesidad de incluir sentimientos. En seis meses esto se va a acabar y no volveremos a vernos.
¿De que Natalia estaba haciendo daño? Eso estaba clarísimo. ¿De que Alba estaba sufriendo? También.
-No es justo que hables de esta manera, Natalia. Sólo venía para hacer planes contigo. En quince días cae la Navidad, yo estaba acostumbrada a festejarla con mi hermana y mis amigos, pero ahora estoy contigo. Y aun así no lo valoras tampoco.
-Vete con tu hermana y tus amigos, a mí déjame en paz - zanjó Natalia y se sentó de nuevo para continuar trabajando.
¿De que había sido dura? Durísima, pero no estaba dispuesta a volver a enredarse en un juego de amor. Y además, el recuerdo de Sofía seguía tan presente dentro de ella.
-Te voy a dejar en paz, pero en paz de verdad - dijo enfadada Alba y salió del despacho de Natalia.
En cuanto se adentró en el ascensor rompió en lágrimas. Natalia se aferraba al recuerdo de Sofía como si de una fuente de vida se tratase.
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Recuperando La Ilusión
FanficTras la muerte de su abuela, en la lectura del testamento había una cláusula que estipulaba que Natalia no podía cobrar la herencia sin estar casada. Eso no supuso ningún problema para la presidenta de Lacunza Music, pues había encontrado al amor de...