Recuperando La Ilusión

Capítulo 15

En cuanto la puerta estuvo totalmente abierta Alba se cubrió rápidamente con la sábana, ya que lo tenía casi todo a la vista.

-¿Famous?

-¿Natalia?

-¿Qué haces aquí?

-Yo... ehm... ¿Te acuestas con Alba?

-¿Qué te importa? Dime de una vez qué haces aquí.

-Yo... pensé que estabas en la oficina, no creí encontrarte aquí.

-¿A qué viniste? ¿Y cómo entraste a la casa? ¿Y a qué vienes a mi cuarto? - el hombre de piel negra se puso visiblemente nervioso, era obvio que no esperaba encontrarse a Natalia en la casa.

-La puerta estaba abierta - Natalia miró a la rubia a su lado interrogativa.

-¡Eso no es cierto! Al llegar cerré la puerta.

-Es verdad - corroboró la morena -. Famous, espérame en la sala. Quiero saber cómo has entrado a esta casa.

-Natalia...

-Natalia no, espérame en la sala.

Dicho esto el hombre salió del cuarto y cerró la puerta. Las dos mujeres no podían creérselo. ¿Cómo era posible? Al entrar, Alba había cerrado la puerta y en ningún momento volvieron a abrirla.

Alba pensaba en todas las posibilidades mientras se vestían y Natalia igual.

En cuanto bajaron al salón el hombre ya no estaba, Natalia se había puesto notablemente enfadada y le llamó por teléfono.

-¿Dónde estás?

-Natalia, siento haberme ido. He recibido una llamada de mi agente y tengo que viajar a Argentina. Cuando regrese hablaremos, amiga mía. Te quiero - y luego colgó.

-¿Qué dice?

-El muy cabrón ha recibido una llamada de su agente y resulta que se va a Argentina.

-Eso no me convence - dijo la rubia -. ¿Estará huyendo?

-¿Huyendo de qué?

-De qué no, de quién. ¿Estará huyendo de tí?

-¿Por qué tendría que huir de mí?

-No lo sé, a lo mejor tenía unas intenciones malévolas al presentarse aquí de esta manera, y como tú le has pillado se ha puesto nervioso y ha decidido huir antes de que le descubras.

-Ves muchas películas, Alba.

-No son películas, fíjate. Tu amigo ese no me cae bien, no me inspira confianza. Creo que es una mala persona.

-¿Te estás escuchando, Alba? Famous lleva ocho años en mi vida, nunca le he visto con intenciones malévolas ni conmigo ni con ninguna otra persona.

-Créeme, Natalia, él no es una buena persona.

-¿Por qué tendría que creerte eh?

-Pff, mejor déjalo.

-¿Ahora te vas a enfadar?

-No, no me enfado. A lo mejor tengas razón y soy yo la que está viendo cosas donde no las hay. Pero ese hombre no me inspira confianza, prácticamente desde el primer día.

-Ya, dejémoslo así... Mejor dime qué te apetece hacer - dijo rodeando a la rubia con sus brazos.

-Llevo tiempo sin ir al cine, y por ahí me he enterado de que estrenan una buena peli.

-Al cine - más que pregunta era una afirmación de la morena.

-Sí - contestó la rubia y luego besó a la morena -. Llévame al cine, Natalia - susurró sobre sus labios.