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La nueva heroína dragón, Shinkuryu.

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A muchos pareció gustarles mi nombre elegido, pero Midnight-sensei, quien sabía de mi "pasatiempo", me miró con duda.

— ¿Estás segura? Ese nombre puede ponerte en la mira de muchos, y no en el buen sentido. Además serás comparada con tu tía. — me cuestionó. Sonreí ante su preocupación, todo eso ya lo sabía.

— No importa — solté con simpleza, ella no pareció estar convencida por lo que volví a hablar, — Si vienen por mí, los voy a destrozar. Si intentan compararme no podrán, no habrá punto de comparación. — declaré viéndola fijamente.

En su rostro apareció la sorpresa para luego ser remplazada por una sonrisa satisfecha. Aceptó el nombre y me dejó volver a mi asiento.

Una vez que la mayoría determinó su seudónimo, ambos profesores nos dieron las listas de las agencias a las que podíamos aspirar y se fueron diciendo que teníamos dos días para decidir. Segundos después la campana sonó indicando el fin de la clase.

Al ver mi lista solté un suspiro, fue justo como pensé. Casi todas eran de amigos de mi tía. En el papel se veía la agencia de Hawks, Mirko, Best Jeanist, obviamente la de Ryukyu, y para mí sorpresa, la de Endeavor.

Claro, todas eran excelentes agencias, pero no me llamaron por mis méritos especialmente. La única que no podía entender era la última.

¿Por qué el héroe #2 se fijaría en mí?

Dicen que la curiosidad mató al gato, habrá que ver si también al dragón. Escribí mi elección mientras oía a los demás hablar hasta que Mina me llamó desde donde estaban.

— Nyo-chan, ¿Cómo es que llegaste al tercer lugar y sólo tienes cinco ofertas? No tiene sentido. — cuestionó en un puchero. Hice el intento de sonreírle, pero creo que lo único que salió fue una mueca.

— Porque a los profesionales no les interesan los patéticos que son sólo palabras. — dije a la vez que subía los pies al escritorio. El silencio reinó, dirigí la mirada hacia los demás y se les veía tensos.

« Mierda. » pensé de inmediato. Debía arreglarlo.

De repente solté una gran carcajada, limpié una lágrima falsa y me levanté para acercarme a ellos.

— Lo siento, mala broma. — Comenté con una sonrisa, — Simplemente no mostré mi quirk lo suficiente, es lo mismo para la mayoría. — argumenté poniendo mis manos en jarras.

Poco a poco, el ambiente pareció calmarse con ellos dándome la razón, aun así podía sentir un par de ojos que no dejaban de verme.

Cuando finalmente llegó la hora de irnos, tomé mis cosas y me dirigí a la sala de profesores. Le entregué a Aizawa mi hoja para luego marcharme.

Iba caminando por los pasillos pensando en lo que les dije al resto. No mentía cuando hablé sobre ser sólo palabras, después de todo, lo único que hice en el festival fue provocar a los demás y rendirme a la primera derribada.

Mi cabeza pronto comenzó a llenarse de ese tipo de pensamientos.

"Patética", "débil", "perdedora", "inútil".

De inmediato golpeé mis mejillas en un intento de detenerlos, por suerte funcionó; solté un suspiro antes de decidir ir al baño a lavarme la cara.

Llegué bastante rápido, me acerqué a los lavamanos y dejé mi mochila en el suelo, no quería que se mojara. Abrí la llave, junté un poco de agua en mis manos para después echarla en mi rostro.

La Heredera Dragón ll BnhaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora