IX

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Unos cuantos rayos del sol se colaban entre las cortinas de la habitación de la joven pelirroja, la alarma sonaba ya por tercera vez y la chica simplemente se removía en su cama hasta que percibió un delicioso aroma que la hizo levantarse y caminar directo a la cocina.

Al llegar se encontró con la mujer de corta cabellera rubia dándole la espalda, estaba preparando el desayuno, la menor olfateó el aire y sonrió.

—Buenos días, Nyoko. — saludó su tía al darse cuenta de su presencia para luego dejar unos platos sobre la mesa, confirmando las suposiciones de la de cuernos; hotcakes, huevos y tocino, junto un vaso de jugo de durazno, odiaba la naranja.

—Buenos días. — respondió sentándose en su silla al mismo tiempo que la mayor, listas para comer, se relamió los labios pues hacía tiempo que no comía algo hecho por su tía, quien cocinaba bastante bien.

—Quisiera ir a comprar algunas cosas, ¿te parece bien? — preguntó la heroína mirando de reojo a su sobrina mientras cortaba un poco de su desayuno.

—Cualquier cosa, necesito un descanso de la escuela. — dijo con cierto cansancio, esto hizo que su tía soltara una carcajada.

—Apenas llevas un par de dias, ¿estarás bien? — se burló Ryuko de la menor.

—Claro que estaré bien, la dragón carmesí nunca se rinde. — respondió Nyoko con un toque orgulloso, al instante se arrepintió pues había dicho uno de sus sobrenombres callejeros. Ryukyu volvió a reír pero ahora levemente.

—¿Cómo están esos dos? — preguntó la mayor sin apartar la mirada de la mesa, refiriéndose al pelinaranja y a la morena, los conoció el día que le propuso a Nyoko irse a vivir con ella.

—Ellos están bien, les está yendo bien con el "Dark Night". — dijo con una pequeña sonrisa dando mención al bar donde trabajaba los fines de semana.

—Entiendo... ¿Hace cuánto...? — no terminó de hablar pues la pelirroja le interrumpió.

—Un año y medio. — respondió rápidamente, no quería hablar de eso en ese momento, en realidad, en ninguno.

Terminaron de comer en silencio y se levantaron para a cambiarse.

La tía Ryuko necesitaba comprar algunas cosas para la agencia, por lo que pasamos por varios lugares antes de llegar a un gran edificio donde me pidió que la esperara en la recepción

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La tía Ryuko necesitaba comprar algunas cosas para la agencia, por lo que pasamos por varios lugares antes de llegar a un gran edificio donde me pidió que la esperara en la recepción.

Decidí sentarme en uno de los oscuros sillones que había, la vi acercarse a la recepcionista, quien le indicó a donde ir.

Para matar el aburrimiento saqué mi teléfono de mi bolsillo, al encender la pantalla pude ver una gran cantidad de mensajes y llamadas perdidas por parte de Toshio y Tetsuko.

Llamé al idiota para asegurarme que todo estuviera bien, apenas sonó un par de veces y contestaron casi de inmediato .

—Oye, idi... — no pude continuar porque un grito desde el otro lado de la línea me hizo apartar el dispositivo de mi oreja, al ya no escuchar más gritos volví a acercarme el teléfono para por fin saber qué había pasado.

La Heredera Dragón ll BnhaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora