Las risas y el choque de vasos resonaban por todo el lugar, le di un gran trago a mi bebida hasta terminarla.
—Aah, maldición, esto era lo que necesitaba. — le dije a Toshio mientras me recargaba en mi asiento.
—¿Tan malo fue tu día? — preguntó el pelinaranja con cierta diversión.
—No fue tan malo, pero sabes que no me gusta perder. — le expliqué con algo de cansancio.
—Hoy voy a dar una ronda por el lugar. — añadí, tenía el presentimiento de que algo pasaba en las calles.
Una chica se acercó y dejó 3 vasos más, uno para cada uno. —Este va por la casa. — Era Mizushima Tetsuko, la dueña del bar y amiga nuestra.
Los tres levantamos nuestras bebidas y miles de recuerdos llegaron a mi mente.
—Firmes cómo roca, libres cómo el aire, adaptables cómo el agua y salvajes cómo el fuego. — nos tomamos todo de un trago.
Era algo que siempre hacíamos cuando alguno lo necesitaba, antes de una gran pelea o... Ya no importa.
Me despedí de los dos y salí de ahí, sólo planeaba asegurarme que todo estuviera en orden.
Llevaba un rato caminando cuando un grito femenino se escuchó cerca de donde estaba.
Di vuelta en un callejón y vi a un hombre con un ojo protésico, tratando de quitarle las cosas a una chica.
No lo pensé dos veces y corrí a golpear a ese tipo.
—¡Hey, bastardo! — grité mientras lo alejaba, aunque sea un poco, de ella.
—¡Maldita perra! ¿¡Por qué no te metes en tus asuntos!? — exclamaba furioso retrocediendo un poco.
—Oh, creeme que este es mi asunto. — contesté con una sonrisa, le iba a dar una paliza y aún no se daba cuenta.
O al menos eso esperaba.
De inmediato trató de golpearme en la cabeza, por suerte lo esquivé y le di un golpe en el estómago.
Eso no pareció afectarle mucho pues comenzó a cubrir su cuerpo con músculos.
«Mierda. » fue lo único que se cruzó por mi cabeza en ese momento.
—Escucha, yo me encargaré de él pero necesito que corras en cuanto te diga, ¿De acuerdo? — pregunté para asegurarme que hubiera entendido.
Ella simplemente hizo un sonido de afirmación. Solté un suspiro y me preparé, el hombre nos veía con una asquerosa sonrisa.
—Ahora. — ordené al mismo tiempo que me impulsé hacia él para darle un golpe que ni se molestó en esquivar.
Escuché los pasos de Kohana alejarse y me relajé, desafortunadamente el bastardo me devolvió a la pelea de un golpe que me mandó directo a la pared.
—¿Qué mierda te daban de comer? — pregunté burlándome, debería dejar de hacer eso.
No quería usar mi quirk pero parecía no tener otra opción, escupí un poco de sangre, al parecer si fue un buen golpe.
Y justo cuando íbamos a atacar de nuevo, su cuerpo fue rodeado de cintas y sus músculos desaparecieron poco a poco.
Solté un suspiro de alivio, reconocería a ese tipo donde fuera.
—Me salvaste de una buena, Eraser. — dije acercándome con una alegre sonrisa que se transformó en una nerviosa al ver el rostro enojado del azabache.
ESTÁS LEYENDO
La Heredera Dragón ll Bnha
Random"No pienso hacer lo que digas, yo decidiré mi camino." Ella tenía que ser la hija perfecta y obedecer siempre, pero ¿Qué pasa si eso no es lo que quiere? ¿Sabes qué pasa cuando eres impulsiva y no piensas antes de hablar? Te metes en apuestas que...