Capitulo 1: Gold Coast

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Dylan se encontraba viendo el televisor en aquel lujoso sofá que se encontraba en un salón gigante dentro de su casa, acababa de llegar de un ensayo musical con su banda y se encontraba muy cansado. Al instante se apagó solo el televisor por lo que el chico se giró rápidamente con enfado

Dylan: ¡Mamá, lo estaba viendo!

Emma: No has terminado todavía los deberes, ya lo hemos hablado, solo podrás ver el televisor hasta que termines todos tus deberes

Dylan: Pero mamá.. estoy cansado, acabo de volver del ensayo con mi banda, ¿por que nunca me entiendes?

Emma: Me prometiste que si accedía a dejarte unirte a esa banda harías todas tus tareas y deberes sin rechistar y te recuerdo que no has lavado los platos desde anoche

Dylan: ¿Por que te cuesta tanto lavarlos tu? Ni que el agua fuese a hacerte daño

Emma: Dylan, es tu responsabilidad, es tu decisión, o haces tus tareas y acabas los deberes o no te permitiré más estar en esa banda

Dylan: Ojalá fueras más como papá..

Emma: Para él es fácil ser tu colega, viaja mucho por trabajo y yo me tengo que quedar a cargo tuya y de tu hermano.

Dylan: ¡Está bien.. limpiaré los malditos platos!

El chico se levantó enfadado y se metió en la cocina donde se encontraban 6 platos amontonados con sus respectivos cubiertos, agarró la esponja, le añadió liquido de lavar vajillas y comenzó a limpiarlos con resignación, sabía que era cierto que se lo había prometido a su madre pero no entendía por que debía de limpiarlos él, en la casa de sus amigos ellos no hacían nada.

Emma subió a la segunda planta de su casa para buscar a su hijo pequeño Asher quien se encontraba coloreando un libro para colorear sobre sirenas, Asher había crecido con las historias que Emma le contaba sobre unas sirenas que eran mejores amigas y que habían surcado los mares juntas pero que tristemente habían tenido que alejarse por las circunstancias laborales de su familia, poco a poco habían perdido el contacto y no habían vuelto a hablar. El niño adoraba a las sirenas y todo el día se encontraba mirando un programa de dibujos infantiles donde la protagonista era una sirena llamada Kimmy.

Asher: ¡Mira mami, he coloreado esta sirena como la protagonista de los cuentos!

Emma: ¡Se parece muchísimo! Muy buen trabajo hijo

Asher: ¡Gracias mami!

Emma: Esta noche en la cena quiero comentaros algo..

Asher: ¿Sobre qué mami?

Emma: Es difícil de explicar.. solo ve preparándote para bajar ¿vale? Ya está la cena casi terminada

Emma sonrió a su hijo cálidamente y comenzó a bajar a la primera planta nuevamente donde se encontró a Dylan nuevamente mirando el televisor

Emma: ¿Estás sordo?

Dylan: Ya he limpiado los platos

Emma: Pero no hiciste tus deberes

Dylan: ¡Deja de ser tan pesada!

Emma tomó aire para relajarse por la impertinencia de su hijo y volvió a apagar el televisor pero esta vez guardándose el mando en uno de los bolsillos de su pantalón

Emma: Es hora de cenar

Dylan: Ya claro, ¿crees que voy a picar en eso? quieres que vaya para que ponga yo la mesa

Emma: No creo que sea para tanto que me ayudes de vez en cuando, todos tenemos un horario de tareas

Dylan: Menos el enano de arriba que no hace nada, solo estar obsesionado con unos monstruos marinos que ni existen. Además de que yo soy el único que lava los platos aquí

Emma: Eso no es cierto, tu padre también lo hace cuando está aquí

Dylan: Claro, es muy fácil hacerlo una vez al mes y que el resto de veces le toque a tu hijo hacerlo, no es justo

Emma: Te estás pasando Dylan

Dylan: No, no me estoy pasando, según los abuelos y el tío Elliot tu eras nadadora hace unos años pero ahora no eres capaz ni de tocar el agua

Emma: Pon la mesa, YA

Dylan: ¡Está bien!

Dylan se levantó nuevamente enfadado y comenzó a colocar las cosas sobre la mesa de la cocina y sin mediar palabra se sentó enfadado en su sitio. Asher por su parte se encontraba bajando las escaleras del segundo piso con su peluche de la sirena Kimmy entre las manos y Emma agarrando las langostas termidor que había cocinado, habían sido bastante caras pero por suerte ella y Ash ganaban mucho dinero por lo que podían permitírselo.

Dylan: ¿Otra vez traes ese estúpido peluche a comer?

Emma: Dylan ya basta, deja a tu hermano en paz

Dylan: Ni que fuese mentira..

Asher: Mami, que querías decirnos..

Emma: A ver... es algo difícil de explicar pero... como sabéis vuestro padre estaba esperando para conseguir un ascenso en el trabajo

Dylan: Si, lo sabemos, no hace falta que nos lo digas

Emma: Dylan..

Dylan: ¡Perdón!

Emma: Sigamos, le han dado el puesto pero.. con el ascenso debe ir a otro lugar a trabajar..

Dylan: ¿Se va a ir?

Emma: Si y no, como sabéis llevamos ya varios años aquí en Italia

Dylan: Si..

Emma: Pero con el ascenso de tu padre y por el bien de la familia hemos pensado que tal vez lo mejor es que volvamos a mi ciudad natal, Gold Coast

Dylan: No

Emma: Dylan entiendo que no quieras dejar esto pero va a ser algo que te hará descubrir lugares nuevos, podrás hacer nuevos amigos..

Dylan: Me niego, no pienso dejarlo todo por vosotros, me duele que si quiera lo pienses, ¡llevas toda la vida quejándote de que los abuelos te hicieron lo mismo y ahora quieres hacerme perder todo!

Emma: Dylan no te estoy pidiendo permiso, te estoy avisando, mañana nos vamos

Dylan: ¿Tan de repente?

Emma: Tu padre y yo llevamos una semana pensando como decíroslo..

Dylan: ¡Esto es un asco! ¡Os odio!

Dylan se levantó de la mesa enfadado y subió rápidamente por las escaleras para encerrarse en su habitación dando un portazo y tapándose completamente con la manta dentro de su cama, el chico no pudo evitar llorar, iba a perder todo, a su banda, a sus amigos, su casa..

H2O: Just Add Water - Nuevas colasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora