Sem soja para ti

Famílias que crecen

Varias horas después - En Metrópolis

- Perdona que hayamos aparecido así de improvisto mamá - Después de un difícil viaje y con un gran agotamiento, Lena entraba a la casa de sus padres en busca de alivio paternal. Lori lloriqueaba en sus brazos y una chinchuda Molly estaba agarrada de su vestido como si su pequeña vida dependiera de ello. Segundos después, Lionel cruzaba la puerta con Nia y Ruby dormidas en sus brazos. El hombre se apresuró a dejarlas en distintos sillones por miedo a que se le cayeran por falta de fuerza.

- Len... hija, no quiero escuchar que te disculpes por algo así nunca. Para eso estamos tu padre y yo, para que ustedes pueden recurrir a nosotros ante cualquier inconveniente, además tu sabes que me encanta tener a las niñas aquí - Lillian recibía a toda su familia con un poco de preocupación mezclado con felicidad por tener de vuelta a su hija y a sus nietas en la enorme y solitaria casa que solo ella y su marido ocupaban - ¿Sabes algo de Patricia? - preguntó la mujer de inmediato.

Lillian se había enterado de lo sucedido por la llamada que su hija le había hecho antes de subirse al avión para hacerle saber que en unas horas iban a estar aterrizando en Metrópolis e iban a necesitar de la ayuda de ellos para sobrevivir estos días.

Lena agitó su cabeza en negativa - Kara se fue con Sam y Alex al hospital antes de que papá llegara a buscarnos. Me costó convencerla de que nos dejara pero en el estado que estaba Samantha no podía permitir que Alexandra lidiará sola con ella - era de lo único que estaba segura - Solo sabemos lo que Sam nos contó cómo pudo del llamado que recibió - entre trámites, gritos, llantos y sollozos la chica había contado todo lo que sabía - Al parecer se trata de un ataque al corazón, pero no sabemos bien - finalizó con tristeza mientras asentía a la seña que le hizo su padre haciéndole saber que iba a acostar a las dos otras niñas - Apenas termine de darle de comer a Lori me voy para allá... - Un bufido de Molly la frenó e hizo que la pelinegra miró a la pequeña rubia.

- ¿Qué pasa con mi terrible nieta y su hermosa carita de enojada? - Lillian se anticipó a su hija y agachándose como pudo y con el tiempo que su edad la dejaba se puso al nivel de su nieta mientras su hija se acomodaba en una silla para darle el pecho a la Zor-El Luthor menor.

Molly empezó a gesticular y a revolear sus brazos enojada hacia cualquier dirección. Lena giró los ojos y no evitó una sonrisa por ver a su hija del medio así. La rubiecita no era para nada celosa con sus hermanas, excepto cuando se trataba de la atención de Lena. Molly quería que la pelinegra fuera solo para ella y para nadie más.

- ¡Maaa Lor! ¡MIii Lor! ¡Niii Lor! ¡Lor todo! ¡Molly nada! - ups alguien estaba celosa - Yo.. ¡Maaa! ¡Wiwi! ¡wiwi! Nada - se quejó que la falta de atención de la pelinegra ante sus necesidades - Yo ¡Maaa! ¡vion! Maaa nada y Lor todo - evidentemente alguien le había sacado su lugar preferido en las piernas de su pelinegra madre y ni hablar de la cara que puso cuando vio a su hermana menor succionando el pecho de su madre, a lo Kara, agachó su cabeza y se quedó callada mirando el piso.

Lillian miró a Lena conteniendo una sonrisa. - ¿Me parece a mí o alguien está celosa de su hermana? - La empresaria asintió acariciando con su mano la cabeza de Molly.

- Molly cielo, ven con mamá - exigió Lena recibiendo una suave negativa de cabeza. Y para colmo la pequeña traicionera se tiró a los brazos de su abuela como si fuera una bolsa de papa completando el rechazo hacia su madre. Lillian la acurrucó entre sus brazos dedicándole una sonrisa a su hija mientras Lena giraba los ojos. - Es idéntica a Kara - rebuznó tratando de que ya una dormida Lori soltara su comida. - Con ellas todo es un doble esfuerzo - dijo con alegría. Si había algo que le encantaba era contentar a sus dos rubias.