Habían pasado 20 días desde que Hermione había llegado a las 3 de la mañana a la casa de Harry Potter en el 12 de Grimmauld place, Harry la notaba muy rara, vestía siempre ropa oscura, cuando llegaba da la calle siempre estaba portando gafas oscuras, sombreros o gorros, si no fuera porque creía conocerla bien, pensaría que cuando salía a la calle no quería ser reconocida, pero eso no era todo, lucían ojeras muy grandes y oscuras, lucia muy delgada. Se aislaba mucho, si no estaba fuera de la casa, se la pasaba encerrada en su habitación.
Esa era apenas la cuarta mañana que desde que su amiga (para el hermana) había llegado a vivir con él, conseguían desayunar juntos, y aun así, ella estaba leyendo el profeta internacional ignorándolo. - Herms - la llamo Harry sentándose en la barra frente a ella.
-mmmm - fue todo lo que contesto la castaña sin quitar la vista del periódico
-hoy abra comida en la madriguera, es el cumpleaños de la señora Molly - el chico frunció el ceño al no obtener respuesta - estamos invitados - le aclaro el joven
-ufffff - resoplo molesta la chica, dejando caer el periódico sobre la mesa — ¿aún no sabes nada de Rabastan y Rodolphus Lestrange? - miro directamente a los ojos de Harry,
-no Herms - bajo la vista apenado - los atrapare - le juro, Rabastan y Rodolphus Lestrange eran los mortifagos responsables de la muerte de los padre de su amiga, ya sabía que habían regresado a Londres apenas unos días atrás, pero no quería decírselo, sabía que eso la mortificaría.
Ella lo miro dudosa, conocía también a su amigo como para saber cuándo le mentía, pero ya lo averiguaría más tarde cuando el chico no estuviera en su oficina, se colaría y buscaría información, así venía haciendo hacía tiempo.
-¿has pensado en la propuesta del ministro? - pregunto el comenzando a desayunar
-no me interesa - le dijo tomando un poco de café
-puaj - el chico no pudo evitar escupir el jugo que estaba ingiriendo — ¿Cómo no puede interesarte?
-no - le dijo tajante ella
-pero que dices Hermione, no todos los días se ofrecen plazas para ser miembro del Wizengamot y menos a alguien tan joven - Harry no podía creer lo que decía su amiga - Hermione serias el miembro más joven.....
-el más joven que ha sido parte de ellos - concluyo ella, mucho tiempo atrás ella hubiera matado por un puesto como ese, el Wizengamot era el más alto tribunal mágico, aplicado para todo el mundo mágico, independiente de los ministerios de magia, sabía que desde ahí podría hacer grandes cambios a las leyes mágicas. Podía escoger entre ese puesto o ser miembro de la Confederación Internacional de Magos. El a ver obtenido un orden de Merlín primera clase por su participación directa en la derrota de Lord Voldermot y ser la estudiante más sobresaliente de la academia Lebrench en toda su historia le había conseguido los puestos más soñados por todos los magos y brujas, y sin embargo, nada de eso a ella le importaba. Ella solo tenía un objetivo, era muy claro y por nada o nadie dejaría de conseguirlo.
-¿Hermione que pasa? - le pregunto directo el chico, muchas veces le costaba reconocer a su amiga, ahora nada quedaba de su mirada cálida y bondadosa, ahora era fría, justo en ese momento ingresaba a la casa una lechuza negra como la noche, sus ojos eran de azul zafiro, fue a posarse aún lado de Hermione
La castaña palideció, sabia de quien era esa lechuza, tomo con cuidado la carta que traía la lechuza, esta desapareció de inmediato en cuanto fue liberada de la carga. Sentía como Harry no le quitaba la vista de encima, la chica deposito la carta sobre la mesa, la miraba con miedo, como si esta fuera capaz de causarle daño, en caligrafía muy fina podía leer su nombre de ella, Hermione Jean Granger.
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"La regla es, no enamorarse Malfoy" #Dramioneawards
FanfictionDespués de varios meses Draco se volverá a topar en su camino con Hermione en la prestigiosa academia Lebrench, a la cual solo logran ingresar lo mejor de los mejores estudiantes del mundo. Pero vaya sorpresa se llevara Draco al conocer una muy dife...