Capítulo 30 Jane Malfoy

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El deseo más grande de amor,

Es poder ver mí reflejo

En el brillo de tus ojos,

Tocar las líneas que detallan tu rostro,

Y sentir tu aliento en comunión conmigo,

Mientras te unes a mi en un beso.

(Carley)

La vida puede jugarle a uno bromas muy pesadas, es cuando uno se plantea seriamente que si existe alguna entidad divina que es la causante de tejer nuestros caminos y entrelazarlos con otros, seguramente a veces debe estar muy aburrida y entrelaza caminos donde no debe para divertirse un poco de las situaciones apremiantes que surgen de todo esto. Acaso alguno de ustedes no ha pasado una situación de estas donde la primer exclamación en uno es ¿No es en serio verdad? ¡No puede estar pasándome esto a mí!

Pues bien, Theodoro Nott es un vivo ejemplo de ser una de las víctimas de los caprichos del destino, es un hombre joven y guapo, posiblemente si no existiera Draco Malfoy él ostentaría la plaza del hombre más sexi y atractivo de Inglaterra, proveniente de una las pocas familias de sangre pura que aún existen, es el primogénito de la ancestral familia Nott, dedicadas a la fabricación de artefactos mágicos de alta seguridad, por generaciones sus empresas han llenado suficientes arcas de oro como para mantener a toda Inglaterra durante unos cincuenta años, han ganado más oro del que han podido gastar.

Al ser huérfano de padre Theo solo creció a lado de su madre, una mujer de edad avanzada que lo educo bajo las reglas más estrictas, pero Emily Nott no era solo una anciana estricta y estirada, también era una mujer con visión para los negocios, visión que había sido muy bien transmitida a su hijo, el cual desde muy temprana edad se había hecho cargo de los negocios familiares cuando en plena guerra su madre cayo en cama, esto le dio la escusa perfecta para no inmiscuirse en esta, con la escusa de mantener todo en orden y Voldemort al desear poner sus manos sobre esa inmensa fortuna le permitió al joven estar los últimos meses con su madre para que la transición de poder se efectuara correctamente.

Pero para Theo todo esto no había sido un problema, crecer solo con una mujer que siempre esperaba demasiado de su edad y que nunca lo vio como un hijo si no como una herramienta para hacerse más rica, o estar bajo el mando de un hombre maniático y homicida con complejos de superioridad no significa nada a lado de lo que estaba padeciendo desde los últimos tres años, y es que no era para menos, a pesar de oponer toda su resistencia, recordarse a cada momento que lo que pensaba era una canallada, que si existía infierno él ya estaba condenado a la eternidad, Theodoro Nott estaba perdidamente enamorado de Daphne Greengrass, la prometida de su mejor amigo, que decir amigo, de su hermano, porque era así como él consideraba al rubio. Desde pequeño había pasado todo el tiempo que le era posible en casa del rubio, siempre haciéndose compañía, en las buenas y en las malas, posiblemente no existía una amistad más estrecha que la de ellos.

Pero desgraciadamente en los asuntos del corazón uno no manda, Theo hacia hasta lo imposible por no mirarla más de lo educado y necesario, pues ya en varias ocasiones se había perdido en el azul profundo de su mirada, intentaba no babear cuando la veía aparecer por alguna puerta pues le parecía que veía caminar a un ángel, ya que la rubia lo hacía de una forma tan provocativa y elegante que lo hacía vibrar de emoción. Ella era el principal motivo de porque evitaba buscar a su amigo cuando estaba en casa, prefería citarlo en restaurantes o en el departamento de Pansy.

"La regla es, no enamorarse Malfoy" #DramioneawardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora