Una semana había pasado desde que Draco ingresara a la academia, le fascinaba el lugar, todos vestían muy elegantes, aun cuando lucían ropa cómoda no perdían el glamour. Todos los platillos eran exquisitos, las clases absorbentes y entretenidas, ya había hecho un tipo camarería con Jeremi, esta había aprendido a ignorar los modos altaneros de hablar de Draco y este lidiaba muy bien con la egolatría del pelirrojo, al fin del día eran iguales. Draco no había tenido oportunidad de volver a ver Jane más que otras tres veces a la hora de comer y siempre era por la espalda, ya sabía reconocer su cabello a una larga distancia.
Ese lunes por la mañana se dirigió a desayunar con Jeremi, siempre iban al ala sur por petición del rubio.
—Vaya que has sorprendido a todos novato — le dijo Jeremi dándole un leve codazo al rubio.
— ¿Así y como porque? — se hizó como el que no sabia Draco.
—Vamos, no te queda la modestia — le ironizo el pelirrojo.
— Jajaja bueno que puedo decir soy excelente — dijo levantando los hombros el rubio.
— Eres el 2do en la historia de la academia en avanzar muy rápido para ser de primero — le comentó algo resentido Jeremi.
— ¿Así? ¿Quien fue el primero? — ya se dirigían a sus clases.
— Jean, al igual que tu después de su primer semana, se le avanzo al segundo semestre en 2 materias y escuche que ahora también toma 2 clases con los de cuarto semestre — habló muy admirado, Jeremi idolatraba a Jean.
—Vaya — fue todo lo que pudo contestar Draco, sabia que la academia los especializaría en mínimo 10 carreras de las 15 que daban, por lo visto la tal Jean pretendía especializarse en todas, llegaron al pasillo donde cada quien tomaba rumbo a su clase.
— ¡Debe ser a que los dos provienen de Hogwarts, sin duda alguna están dejando muy en alto a su colegio! - le grito casi sobre su hombro Jeremi mientras ingresaba a su salón de clase.
— ¿Que? — Draco preguntó pero su amigo ya había entrado a su salón de clases, se dirigió a su clase de pociones de segundo semestre pensando en lo que le había dicho Jeremi, no podía ser cierto, era verdad que el no prestaba atención a sus compañeros de otras casas en Hogwarts, pero si ubicaba bien a todos lo cerebritos de cada casa y no recordaba ninguna Jean de generaciones cercanas, aunque ahora que lo pensaba bien, era bien sabido que había estudiantes de hasta 25 años en primer semestre, seguramente la tal Jean le llevaba algunos años de ventaja a Draco, por eso no la ubicaba como de Hogwarts. Ingreso a su salón y tomo asiento en medio del salón, comenzó a sacar sus cosas y ponerlas sobre la mesa de trabajo cuando unas voces lo sacaron de sus pensamientos.
— Jajajaja obvio Jean, saldré a cenar con él - comentaba una rubia entre risas que pasaba frente a su lugar.
— Pero... ¿Que hay de Emet? — le preguntó una castaña mientras tomaba asiento en el lugar de al lado de Draco.
Draco miró fijamente a la castaña de arriba a abajo y se quedó sorprendido, no podía creerlo, la mujer que con tantas ansias deseaba toparse todos los días desde aquel día que la viera en la biblioteca, la mujer con uno de los cuerpos más deseados en toda la academia, la mujer más inteligente ahí...Era nada mas y nada menos que la insufrible sabelotodo ratón de biblioteca — ¡Granger! — habló en voz alta Draco.
Hermione giró su rostro hacia su derecha al oír su apellido, solo miro dos segundos a Draco y le ignoro olímpicamente, se giro de nuevo hacia Cat y siguió su plática con esta como si nada.
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"La regla es, no enamorarse Malfoy" #Dramioneawards
FanfictionDespués de varios meses Draco se volverá a topar en su camino con Hermione en la prestigiosa academia Lebrench, a la cual solo logran ingresar lo mejor de los mejores estudiantes del mundo. Pero vaya sorpresa se llevara Draco al conocer una muy dife...