Era jueves por la mañana, Draco se encontraba frente a su espejo de cuerpo completo arreglándose, últimamente ponía mucho empeño en lucir bien, quería deslumbrar a cierta castaña (aunque jamás lo admitiría), contento con su reflejo se dispuso a alcanzar a Jeremi en la cafetería del ala norte, desde que supo que "Jane" desayunaba ahí le pidió a Jeremi desayunar ahí también, para su sorpresa este no lo interrogó del porqué. Llegó a la cafetería con su andar usual, elegante y seductor, regalaba una que otra sonrisa a las chicas que lo miraban embelesadas.
—Jeremi — saludó mientras tomaba asiento frente al pelirrojo, dio una mirada rápida por la cafetería.
— Aun no llega — contestó el chico sin apartar la mirada del profeta.
— ¿Quien? — disimulo ignorancia el rubio.
Jeremi levanto la vista hacia Draco, y le dedico una de sus típicas miradas que dicen "no juegues conmigo"
— Jejejeje no se te escapa nada ¿verdad? — contestó el rubio en medio de una sonrisa mientras miraba el menú del día.
— Te dije que pierdes tu tiempo — habló el pelirrojo.
— Todas las chicas caen — dijó muy seguro.
—Jean es diferente — doblo su periódico y leyó el menú.
— Es como todas, tiene su punto débil — refuto Draco, como buen conquistador sabía que ninguna mujer era imposible.
— Con los fénix, no funciona así, ellos escogen — le indicó.
— Are que me escoja — dijo como si nada, no le veía el problema.
— Nunca lo ara, amenos que logres entrar en su círculo — le explico mientras bebía de su café.
— Ninguna mujer se me ha resistido Jeremi, ella no será la acepción — Draco apenas tenía 2 semanas en la academia y ya había tenido a cuatro chicas bajo sus sabanas.
— Pues será un placer verte derrotado por primera vez en el arte de la seducción — le dijo entre risas mientras levantaba la vista a la entrada de la cafetería.
Draco siguió su mirada, ya sabía que Jeremi no dedicaba interés en nada, por lo cual cuando lo hacía a él le parecía curioso, pero no fue el único que miró, se dio cuenta como la mayoría entre chicos y chicas dejaban de hacer lo que estaban haciendo por mirar al par de mujeres que entraban en esos segundos a la cafetería, Draco ya se había dado cuenta del impacto que generaban Cat y Hermione cada que entraban a un lugar y ese día no era la excepción, aun le costaba digerir que Hermione y Jean fueran la misma persona, las chicas se dirigieron a su mesa habitual pasando a lado de los chicos.
— ¡Jean, Cat, buen día! - habló Jeremi.
— ¡Buen día! - contestaron las chicas, pero solo Cat volteó a ver al pelirrojo.
— Granger — saludó Draco, pero Hermione lo ignoro como las últimas 20 veces que él la había saludado.
Jeremi negó con la cabeza mientras sonreía, su amigo no quitaba el dedo del renglón, pero a Draco poco le importaba esas groserías de Hermione, después de todo a él no era el único al que ella ignoraba y él le había hecho cosas peores en Hogwarts.
Las chicas llegaron hasta su mesa y pidieron su desayuno habitual bajo en calorías pero nutritivo, en esta ya estaban sus típicos amigos, Draco no le quitaba la vista de encima a la castaña, el hecho de que lo ignorara y se tratara de Hermione se le hacía más divertido.
Jeremi tomo sus cosas y se levantó, el entraba media hora antes a clases que el rubio, miró a Draco — ella va todas las noches a las 8 pm a la biblioteca, sola — y sin más se marchó a su clase.
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"La regla es, no enamorarse Malfoy" #Dramioneawards
FanfictionDespués de varios meses Draco se volverá a topar en su camino con Hermione en la prestigiosa academia Lebrench, a la cual solo logran ingresar lo mejor de los mejores estudiantes del mundo. Pero vaya sorpresa se llevara Draco al conocer una muy dife...