Capítulo 36 El agua de la vida

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Hermione lo miro desconcertada, ¿Por qué me querrá a mí? Se preguntó mentalmente, pero no había tiempo para entrar en conjeturas, el tiempo se le acababa.

― Esta bien ― contestó al momento que se sonrojaba.

Byakuya la miro detenidamente y le causo gracia lo que posiblemente ella estaba pensando. No es que no fuera hermosa, inteligente, poderosa y atractiva, pero él no había pensado de esa forma en ella. No, él la quería para convertirla en una Segadora de almas, sabía que con un entrenamiento correcto en poco tiempo la podría volver capitana.

Avanzo hacia ella y la tomo en brazos sin ningún problema, como si de una pluma se tratase. Comenzó a andar hacia la salida.

― ¿Adónde vamos? ― le preguntó preocupada al tiempo que sentía su tacto cálido.

― Yo no tengo el poder de sanarte de una herida mortal, no amenos en este mundo donde mis poderes son limitados ― odiaba tener que estar en el mundo terrenal. ― Vamos a la cascada de Hisomi, su agua es sagrada y te sanara.

― ¿Qué? ¡Es imposible llegar hasta ahí, hasta para nosotros los magos es imposible! ― había leído mucho sobre ese lugar mítico, varios dudaban de su existencia, se situaba en lo más alto de las montañas Kamine, mil kilómetros a la redonda un aura mágica impedía a los magos aparecerse. Y el camino a pie era imposible, llegar por aire no se podía, la montaña siempre estaba envuelta en nubes.

― Privilegios de ser un Segador, y sabes, hablas mucho ― dicho eso salió de la cueva y comenzó a correr y dar saltos cuando era necesario.

Hermione frunció el ceño ¿Por qué todos los hombres guapos son arrogantes? Se cuestionó, "Hay no, no puedo creer que mi secuestrador me parezca atractivo" ― No hablo tanto ― se defendió.

Él sin mirarla solo negó con su cabeza.

La velocidad a la que iban le pareció impresionante, los paisajes a su alrededor cambiaban constantemente, miro hacia el rostro de él, taciturna era su expresión, su mirada profunda y dura, sus labios parecían apretados en una fina línea.

― ¿Cómo puedes moverte a esta velocidad? ― quiso saber, el siguió ignorándola.

― ¿Qué es la Sociedad de Almas? ― recordó esas palabras y su curiosidad se incrementó.

― ¿Qué es un segador? ― tenía muchas dudas y quería saber.

― Como sigas hablando me replanteare seriamente salvar tu vida ― la reprendió severamente, Byakuya era una persona seria, amaba el silencio y la quietud como a ninguna otra cosa, y la voz de ella le resultaba chillona y mandona. La miro por un segundo, con su ceño fruncido lucia más hermosa, sin duda alguna disfrutaría entrenarla bajo sus términos.

Visualizo cerca las nubes que cubrían la punta de las montañas Kamine, y de pronto a parecieron desenas de monstros que flotaban acercándose a ellos a toda velocidad.

― ¡Por Merlín! ¿Qué son esas criaturas? ― Hermione temió con cada fibra de su cuerpo, cientos de criaturas deformes con máscaras blancas cubriendo sus rostros se acercaban a ellos.

― Son Hellow y vienen por ti ― sabía que era su aura mágica y espiritual la que había atraído a tantos hellow.

Hermione se contrajo entre sus brazos, esas criaturas lucían feroces y espeluznantes, pero sobre todo, estaba preocupada, sabía que estaba por morir, y esa batalla que se avecinaba parecía que sería difícil, no podía contarlos a todos, pero estaba segura que fácilmente eran más de cincuenta. No quería ser egoísta.

"La regla es, no enamorarse Malfoy" #DramioneawardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora