Capítulo 38 Reencuentros en el dolor

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Decir que Hermione volvió a la vida junto a su hija es decir poco, jamás creyó haber sentido tanta dicha como ahora, es más, si le pidieran en esos momentos conjugar un patronus apostaría toda la fortuna que tenía en Gringotts (la cual es  descaradamente ostentosa) a que el patronus que Harry proyecto a la horilla del lago en su tercer año sería un indefenso cachorro al lado del de ella. Hermione había perdido al igual que Harry tantos seres queridos que era un hecho que si su hija hubiera muerto ella jamás se habría recompuesto.

―Mi niña ― tomo ambas manos de su hija y las beso ―gracias por regresar ― estaba más que segura de que su hija en algún momento realmente había muerto, sin duda alguna estaba en deuda con Byakuya.

Draco se colocó a un lado de Hermione al tiempo que la abrazaba acariciaba la frente de su pequeña, nunca en su vida había sido más feliz como en esos momentos, ni siquiera se molestó por limpiar las lágrimas de felicidad que empañaban su mirada ― Jane… ― susurro con delicadeza, con miedo de romper esa burbuja de dicha que los envolvía.

― Iré por Daphne ― Harry soltó a la mano de la pequeña y salió de la habitación en busca de la medimaga, al salir se topó con la segunda imagen más desgarradora de su vida, toda la familia Weasley y amigos lloraban desoladamente. Sin pensarlo dos veces soltó la mejor noticia casi a gritos ― ¡Jane está viva! Daphne tienes que revisarla.

Como era de esperarse la noticia causó conmoción, Ron abría y cerraba la boca como pez fuera del agua, intentaba hablar pero la emoción lo sobrecogía, se aferró tan fuerte a Pansy  que le causaba dolor a esta última.

― ¿Qué? ― Ginny sintió la urgencia de sentarse porque sentía desfallecer de la impresión, tan solo estaba a dos metros de Harry, lo cual permitió que este corriera a sostenerla cuando se percató que sus piernas estaban por ceder.

― Si linda, no sé cómo, pero Jane está viva ― preso de la emoción no lo pensó dos veces cuando estampo sus labios sobre los de Ginny, Harry sentía tanta alegría apoderándose de él…

― ¿Qué rayos crees que haces Potter? ― de lo único que fue consiente Harry fue de que alguien lo jalo bruscamente y estrello algo sobre su rostro

― ¡Theodoro! ― gritaron al mismo tiempo Pansy, Daphne y Ginny

― ¡Harry! ― gritaron preocupados los Weasley.

―  ¡Carajo Nott… ― Harry se limpiaba con el dorso de su manga la sangre que le escurría de la boca, estaba por regresarle el golpe cuando Ginny se colocó entre ambos.

― ¡No sé qué rayos les sucede a ambos pero este no es el lugar ni el momento para que actúen como idiotas! ― los fulmino con la mirada al puro estilo de Molly Weasley.

Contrariado Harry la miro a los ojos por unos segundos, las palabras de ella le habían dolido más que el puño de Nott. Fue en ese momento en que lo comprendió, había perdido a Ginny, se giró y miro a Daphne que los observaba atónita, ― Por favor entra a revisar a Jane.

Daphne asintió lentamente, miro una última vez a Theo y se percató que sus ojos relucían llenos de celos mientras no dejaba de mirar a Potter con los nudillos blancos de tanto que los apretaba, bajo la vista e ingreso a la habitación, al parecer ella jamás sería la primera en la vida de nadie. Miro atenta la escena frente a ella, Draco abrazaba a Hermione mientras ella se dejaba hacer en sus brazos, ninguna quitaba la mirada de la niña frágil que reposaba sobre la cama frente a ellos, solo le vasto darle una mirada a la pequeña para saber que estaba aún grave. Apretó un botón que estaba sobre la cómoda y a los 10 segundos dos sanadores ingresaron a la habitación.

"La regla es, no enamorarse Malfoy" #DramioneawardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora