Capítulo 40 De vuelta a la realidad

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Harry miraba a la distancia como interactuaban todos, ahí no había diferencias de sangre, de casas, de estatus social, o de apellidos, solo había amor, amor entre ellos y por una pequeña que milagrosamente se había salvado de la muerte. Pansy reía con Molly por las anécdotas graciosas que le contaba su suegra de cómo era Ron de torpe cuando era un pequeño de cinco años, pero Ron lejos de avergonzarse estaba que no cabía de dicha, su prometida por fin había logrado ganarse a su madre.

Al fondo del pasillo Charly, George y Theo intercambiaban comentarios animados sobre la final de Quidditch que se jugaría ese fin de semana, perjuraban que Ginny le daría la victoria tan ansiada a Gran Bretaña que no había conseguido en los últimos cien años.

En otro punto del pasillo Draco interactuaba con Percy sobre algunas nuevas reformas, ninguno de los dos lucia incomodo, al contrario parecían interesados en las opiniones del otro. Todos parecían estar en calma y felices, todos menos él. A pesar de haber regresado a Londres no había podido recuperar a Ginny, y todo apuntaba a que jamás lo lograría.

― ¿Qué te tiene tan pensativo? ― Como invocada con el pensamiento Ginny que acababa de llegar se situó a lado del joven.

La ironía de la situación le causo risa ― Solo contemplaba lo bien que parecen estar pasándola todos juntos.

La mirada de ambos fue a parar en Theo que había soltado una carcajada, Ginny sonrió inconscientemente ante el espectáculo.

― Te agrada mucho ― afirmo, no había pasado por alto la sonrisa genuina de ella.

― Si ― tras algunos segundos contesto, dándose cuenta que tal vez era más que agrado.

Harry suspiro quedamente, por fin aceptaba ante sí mismo lo que no había querido ver las últimas semanas, la había perdido ― Ginny yo...

Ella se giró y lo miro de frente ― Dime

­― Yo lo lamento ― le confeso sinceramente.

― Lo sé ― cerro los ojos por un momento ― ¿Por qué no me llevaste contigo? Si me lo hubieras pedido yo te hubiera acompañado. ― Esa pregunta rondaba últimamente en su cabeza.

― Acababas de firmar con las Harpias, yo sabía lo mucho que te habías esforzado para conseguir el lugar, sé que hubieras renunciado a eso, no podía ser tan egoísta.

― ¿Alguna vez pensaste en mí? ― Sus ojos comenzaron a empañarse.

― Todos los días ― Harry se atrevió a acariciar su pómulo ― ¿Y tú? ― contuvo el aliento temeroso de su respuesta.

― Te maldije todos los días ― le confeso con una sonrisa triste.

Él le regreso la sonrisa ― Lo sé, me lo merecía, lamento todo el daño que te ocasione, haberte perdido ― estas últimas palabras le dolieron hasta el alma.

Ginny no supo cómo contestar a eso último, acorto la distancia y lo abrazo, él contesto el abrazo y ella escondió su rostro en su cuello, se permitió llorar un poco, fue su forma de decirle adiós a ese amor que la había embriagado por muchos años, Harry había sido su primer amor, esa ilusión que te hace pensar que todo es maravilloso, solo Merlín era testigo de lo feliz que había sido cuando Harry por fin la había visto como mujer, pero Harry era la persona más noble que ella jamás había conocido, siempre antepondría el bien de sus seres queridos ante su propia felicidad, y esa bondad ya le había causado más dolor del que ella era capaz de soportar, si bien aún sentía algo por él, no estaba dispuesta a arriesgarse una tercera vez a ser lastimada.

"La regla es, no enamorarse Malfoy" #DramioneawardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora