【ocho】

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ᴄᴏɴᴅᴇɴᴀᴅᴀ ᴀ ʀᴇᴘᴇᴛɪʀ ʟᴀ ʜɪsᴛᴏʀɪᴀ

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ᴄᴏɴᴅᴇɴᴀᴅᴀ ᴀ ʀᴇᴘᴇᴛɪʀ ʟᴀ ʜɪsᴛᴏʀɪᴀ

          Era muy valiente de su parte tratar de resolver su problema sin ayuda de nadie que pudiese cambiar el tablero fácilmente, pues negar que Diluc Ragvindr tenía palabra era una vil mentira, y hacer como que Jean Gunnhirld no era su superior...

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          Era muy valiente de su parte tratar de resolver su problema sin ayuda de nadie que pudiese cambiar el tablero fácilmente, pues negar que Diluc Ragvindr tenía palabra era una vil mentira, y hacer como que Jean Gunnhirld no era su superior, estaba de más. Sabía que solo una carta era suficiente, pero ahí, con el viajero a su lado a unos cuantas horas de cumplirle el favor pedido, no retrocedió de su decisión.

          —Paimon cree que esta puede ser una gran oportunidad para Charlie —señaló la albina aquel pedazo de anuncio.

          El tablero estaba lleno de trabajos, unos más complicados que otros si eran sinceros, después de todo lo único que sabía hacer la caballera era servir a su gente, y de lo demás, no tenía experiencia alguna. Así que cuando Paimon decidió delante de ellos al verlos confundidos, Aether y la joven torcieron el gesto notablemente.

          —No me parece que ser la asistente de cocina de la señorita Xiangling sea lo mejor. No sé nada de ello —respondió sonriendo con vergüenza por lo ya sabido.

          —Bien, tienes un punto, pero me parecía mejor conseguirte un trabajo con alguien que nos conozca y entienda tu situación —argumentó la chiquilla, volando de un lado hacia otro.

          —Paimon también tiene un punto, por suerte, Xiangling no es la única persona que conocemos en Liyue, pronto encontraremos a alguien que te cuide en nuestra ausencia —prometió Aether.

          —Bueno, gracias, pero me gustaría que dejasen de preocuparse tanto. Agradezco que deseen lo mejor para mí, por supuesto, mas, debo salir de mi problema con la ayuda mínima posible —declaró la de cabellos claros.

          Su orgullo era enorme, incluso en aquella situación, sin embargo, sentía cierta culpabilidad al ver al Caballero Honorario intentando ayudarle después de haber ignorado todas sus advertencias. Se merecía un "te lo dije", pero a cambio recibía la sonrisa de los dos y esas enormes ganas de darle la mano, por ello, al menos se iba a apoyar en sus hombros, aunque sea para darles el gusto. 

𝓱𝓸𝔀 𝔂𝓸𝓾 𝓻𝓮𝓶𝓲𝓷𝓭 𝓶𝓮 ✨ | 𝐙𝐡𝐨𝐧𝐠𝐥𝐢 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora