【cuarenta y nueve】

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ʙᴇʟʟᴏ ᴄᴏʀ ʟᴀᴘɪs

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ʙᴇʟʟᴏ ᴄᴏʀ ʟᴀᴘɪs

         El estrellado y oscuro cielo le dio una helada bienvenida, apenas al abrir sus claros orbes notó que se encontraba boca arriba, y una vez volvió a ella el raciocinio, sus manos tocaron el suelo lleno de hierba húmeda

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         El estrellado y oscuro cielo le dio una helada bienvenida, apenas al abrir sus claros orbes notó que se encontraba boca arriba, y una vez volvió a ella el raciocinio, sus manos tocaron el suelo lleno de hierba húmeda. La oscuridad le abrazó, aunque era un sitio tranquilo y libre de obstáculos a la vista.

         No estaba de regreso, comprendió.

         —Veo que estás buscando respuestas, Charlotte. Quizá, hayas venido al sitio correcto —hablaron a su espalda. La calida voz le llenó el oído, y de inmediato se sentó y le dio la cara.

          Sobre una pila de rocas de aspecto natural, se encontraba una mujer de apariencia familiar: cabellos cerúleos, mirada clara y hermosa, además, con un atuendo similar al suyo, pero evidentemente obsoleto. Se parecía tanto a ella, sin embargo, las diferencias eran abismales; las dos eran jóvenes, y aún así, los dos rostros mostraban una cara de la vida que ni una ni otra hubiese podido vivir.

         —Kamisato... Ran —le nombró en automático. Sin saberlo, le había reconocido, algo en ella le contó sobre su identidad.

          —Charlotte Ragvindr —le llamó también—. No es necesario que explique nuestra conexión. Cómo has de saber, soy tu antecesora, una lejana, pero nosotras, tenemos una conexión especial y por ello estás aquí.

          Le parecía una locura tenerla a unos pasos, porque, por supuesto que pensó en obtener respuestas de ella antes, incluso aunque supiese que Ran no estaba más en ese mundo, imaginó tener la oportunidad, y luego se regañó por ser tan ingenua y jamás salió de su mente, pero ahora, sí que era posible.

          —¿Es Rex Lapis esa conexión? —Sabía que así era, aunque igual cuestionó—. Pero, ¿cómo es posible que lo sepas? La diferencia en el tiempo es una eternidad comparada, ha pasado tanto... generaciones enteras.

          Su rostro mostró confusión, seguido de un pensamiento surrealista al que solo pudo darle sentido si aquello fuese un sueño.

          —No es que lo comprenda del todo, no soy omnipotente, pero tú, Charlotte... —pausó, se puso de pie y avanzó hasta ella. Luego señaló—. Tú sí lo eres, y que estés aquí es la prueba de ello.

𝓱𝓸𝔀 𝔂𝓸𝓾 𝓻𝓮𝓶𝓲𝓷𝓭 𝓶𝓮 ✨ | 𝐙𝐡𝐨𝐧𝐠𝐥𝐢 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora