• Fue un orgullo quebrantado, una elegante mano que le cubrió los ojos a conveniencia, y otra amable que le guió hasta encontrar su camino de vuelta a casa.
✨ Zhongli x OC (Charlotte Ragvindr).
✨ Los personajes utilizados en este libro no me pertene...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
ʙᴜᴇɴᴀ ғᴀᴍᴀ, ᴍᴀʟᴀ ғᴀᴍᴀ
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Después de algunos días aprendiendo de su nueva rutina, Charlotte comenzó a acostumbrarse. Barrer era su nuevo oficio, al menos por el momento, y tranquila, aquella mañana se encargaba de aquello mismo a las afueras del inmueble.
—Que buen clima hace... —expresó al detenerse frente a la barandilla, junto al tablero de anuncios que acomodaba a diario.
Observaba con gracia el árbol de hojas amarillentas cerca de ella, llevaba encima la escoba, y entonces sus cejas se bajaron repentinamente remplazando su serenidad.
—Nada de buen clima... —masculló, aunque mentía, por supuesto que hacía un buen clima aquel día.
El motivo de su bipolar cambio, no fue otro que darse cuenta de que no estaba consiguiendo nada a pesar del tiempo que había transcurrido. Una semana desde que comenzó a barrer, y no había tenido un solo momento para comprobar su inocencia, cuando este, evidentemente, era su objetivo.
—No puedo quedarme estancada.
Comenzaba a sentir la presión de ser limitada por algo que no hizo, y al mismo tiempo, se negaba a resolver su conflicto de la manera más convencional que tenía a la mano. Sabía que estaba exagerando, pero no podía hacer nada con ello, incluso el hecho acerca de que Aether y Paimon aún no regresaban le mantenía con los pelos de punta en todo momento.
—Buenos días —saludaron a su espalda.
—Buenos días, señor Zhongli. Dentro está todo listo, puede pasar —saludó ella con cortesía. Dio la media vuelta y le observó acercarse hasta su lugar.
—Gracias, pero esperaré a la directora —contó. Se le veía muy sereno, y era una muy buena combinación con el ambiente, incluso la joven se relajó solo de verlo colocarse las manos detrás de la espalda cuando también echó el ojo fuera de la barandilla.
Era un poco más temprano de lo habitual, Charlie solía llegar antes de que la funeraria fuese abierta, entonces limpiaba el lugar. Primero ordenaba dentro y luego fuera para recibir a la directora y al asesor, así que le tomó por sorpresa que él llegara antes.