ᴇɴᴄᴀᴊᴇ ᴘᴇʀғᴇᴄᴛᴏ
El tranquilo viñedo aburría a la que siempre tenía algo que hacer, no quería ofender a su hermano con ello, de hecho, agradecía aún con eso encontrarse en paz entre la siembra de uvas bien cuidadas. Sin embargo, no muy en el fondo, se culpaba como una tonta sobre lo que había ocasionado al no atrapar a los bandidos a tiempo, y en como Jean le había dado un gran descanso para que reacomodara las ideas; incluso sabiendo el dato, tenía miedo de que fuese una excusa para destituirla de su puesto como caballera permanentemente, por esa razón, el primer día lo vivió llena de incertidumbre.
La mañana del segundo día el desayuno se sirvió a la mesa temprano, y pronto estuvo disfrutando de la especialidad junto al callado muchacho pelirrojo.
—Hoy tengo que ir a la cuidad, si necesitas algo, solo dímelo —informó Diluc casi terminando el alimento.
—No te preocupes, traje todo lo necesario para la semana, además, no me gustaría hacerte pasar malos ratos con una visita al dormitorio de los caballeros —dijo, considerada.
En realidad, poco conocía de la historia que llevó al antiguo caballero a abandonar el gremio. Le parecía tan ilógico que a menudo se contaban las hazañas con las que él contaba, diciendo día y noche que era el perfecto hombre para convertirse en el Gran Maestro Intendente, y aun así, este negó su ayuda tras la muerte de su padre sin dar una explicación a nadie. Pero, aquellas historias solo hacían a Charlotte emocionarse y motivarse, deseando ser al menos una fracción de buena de lo que había sido Diluc en aquel tiempo, a pesar de su misma negación a ello.
Como había dicho el patrón, al llegar la tarde temprana abandonó el viñedo para dirigirse a Mondstadt, dejando a su pequeña hermana a cargo de los empleados que residían en las casas cercanas, no obstante, Charlotte no era más una niña y no necesitaba cuidadores como los tuvo en su infancia, así que aprovechó para dar un paseo cerca del lago.
Dejó por fin atrás la idea de portar el uniforme y sus ropas de aventurera le adornaron. Su gabardina azul cerceta llegaba elegante hasta sus rodillas, manteniéndola cerrada por los botones cuidadosamente distribuidos; junto con ello, los pantaloncillos blancos apenas se alcanzaban a apreciar con los movimientos bruscos, pero ello hacia a su largas botas blancas lucirse, sin dejar de lado los diferentes accesorios plateados y visión de hielo que le pertenecían, esta última la llevaba colgada en la espalda, al nivel de la cintura y siendo levemente cubierta por su largo cabello.
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𝓱𝓸𝔀 𝔂𝓸𝓾 𝓻𝓮𝓶𝓲𝓷𝓭 𝓶𝓮 ✨ | 𝐙𝐡𝐨𝐧𝐠𝐥𝐢
Fiksi Penggemar• Fue un orgullo quebrantado, una elegante mano que le cubrió los ojos a conveniencia, y otra amable que le guió hasta encontrar su camino de vuelta a casa. ✨ Zhongli x OC (Charlotte Ragvindr). ✨ Los personajes utilizados en este libro no me pertene...