• Fue un orgullo quebrantado, una elegante mano que le cubrió los ojos a conveniencia, y otra amable que le guió hasta encontrar su camino de vuelta a casa.
✨ Zhongli x OC (Charlotte Ragvindr).
✨ Los personajes utilizados en este libro no me pertene...
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ʟᴏs ᴅᴇsᴇᴏs ᴅᴇʟ ʀᴇʏ ʟᴇ ʟʟᴇᴠᴀʀᴀ́ɴ ᴀ ʟᴀ ʀᴜɪɴᴀ
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A pocos días del Rito de la Linterna, seguían sin venir buenas noticias; Charlotte moría con cada segundo y Zhongli desapareció más tarde.
Ni trabajar, ni ayudar con los eventos del rito. A la extranjera le había salido todo al revés, y por supuesto, no era momento de pensar en volver a casa, sin embargo, incluso en su inconsciencia, se soñaba a lado de Diluc y Kaeya, siendo elogiada por Jean, y recibida con los brazos abiertos por Bennett, Albedo y Bárbara.
Eran buenos sueños, más que dulces.
Dicho de esa manera, de igual forma el mundo no podía detenerse para los demás; Ninguang fue informada y comprobó los hechos para tranquilizar a Las Estrellas que todavía carecían de confianza, en especial a Keqing, no obstante, quedó genuinamente preocupada como todas aquellas veces en que Charlotte enfermaba o se metía en problemas. La verdad era que deseó quedarse a su lado, pero sus obligaciones se lo impidieron; por mucho podía enviar una carta a Diluc Ragvindr para informarle sobre la situación, que a diferencia de otras, ya comenzaba a ser distinta.
Xiangling siguió cocinando, Xingqiu leyendo y Chongyun trabajando, mas en ningún momento dejaron de hacerle saber a Hu Tao que estaban al pendiente, porque además de extraño el suceso en dónde su amiga no despertaba, lo era más que no se les permitiera verla hasta que estuviera mejor.
—El delineado no desaparece y cada que abre los ojos son iguales a los de él... —lamentaba la joven castaña. Por el momento la única persona en la habitación, ya que siendo un doctor muy ocupado, Baizhu no podía quedarse todo el tiempo.
La funeraria estaba cerrada por días indefinidos, pese a que eran fechas de negocio próspero. Ciertamente la septuagésima séptima directora lo sentía tanto por sus antecesores, porque no estaba cumpliendo con su deber, antes bien, comprendía que si volvía y dejaba sola a su amiga se sentiría peor. Así que se mantuvo a su lado por esos días, cuidando y acercándole la hierba para dormir cada que repetía sentir dolor, lo que básicamente había sido siempre, pues no podía recuperar la consciencia y expresar algo más.