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El momento de escapar había llegado, todos los niños estaban durmiendo la siesta, la única despierta en aquella guardería era yo. Ahora solo tocaba abrir la puerta sin hacer ruido, después tocaba lo demás, lo que para amí era pan comido.

Salir sin hacer ruido y sin que nadie me descubra era muy fácil, la señorita que nos cuidaba siempre que todos estábamos dormidos supuestamente, se ponía sus auriculares y escuchaba música, básicamente no prestaba atención al su alrededor, así que escapar de allí es facilito.

Corrí por uno cuántos minutos hasta poder llegar a la plaza, a la cual no van muchas personas, y eso me encantaba, estaba bastante silencioso solo se escuchaba el canto de los pajaritos, aún así nunca supe porque nunca había personas, pero casi todos tienen miedo de estar aquí y sigo sin entender el porque.

– ¿que hace por aquí una niña? – El sonido de aquella persona hablando me hizo salir de mis pensamientos, rápidamente me di la vuelta para ver dónde provenía o quien era esa persona.

– ¿quien eres tu...o mejor dicho quienes son? – Mire a las personas que ahora se encontraban mirándome amí, lo que mí hizo poner un poco nerviosa, ya que aunque no lo demostrará daban miedo. – ¡Pr-pregunte algo! – Volví a decir, mientras que por dentro me estaba regañando por aver tartamudeado.

– Yo también pregunté algo, pero respondiendo a tu pregunta, yo soy Manjiro Sano, aunque me dicen Mikey – Aquel nombre se me hizo conocido, varias personas que pasan por la guardería lo mencionan, y al parecer no era muy buena persona, ya que muchos le temían.

– ¿y bien?, yo ya respondí tu pregunta, ahora tu responde la mía – La mirada que me daba me dio escalofríos, a lo que rápidamente contesté.

– Escapé – Dije sin más, el peli blanco llamado Mikey al parecer se sorprendió por mis palabras, al igual que las demás personas, lo que me hizo pensar que había dicho algo malo, aún así no hable, solo agache mí cabeza esperando a que alguno de ellos hablará.

– Deberías de ir a casa, tus padres podrían de estar preocupados – Lo mire con cara de confusión, para después volver a hablar.

– Amm yo no tengo casa ni padres – Antes de seguir hablando, un bostezo salió de mis labios, ya me estaba agarrando sueño, debería de volver al orfanato, aunque no quisiera. – Bien... supongo que fue un gusto hablar con ustedes, mejor dicho, con uno de todos ustedes, pero ya me tengo que ir – Me levanté de dónde estaba sentada para volver a a la guardería, pero Mikey me agarró del brazo.

\\-Eres nuestro deber-\\ ✓Bonten✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora