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– Señorita Aurora podría comer con nosotros porfavor?... – Puse cara de perrito triste para poder convencerla.

– Pequeña, tengo que seguir limpiando, otro día será – Infle mis cachetes y la mire.

– Eso mismo dijo los otros días, así nunca comerá con nosotros... – Dije triste mirándola.

– Aurora, deja de limpiar un momento y sienta te a comer – La señorita Aurora y yo volteamos a ver a papá sorprendidas.
– No aceptaré un no, como respuesta, ahí tienes una silla desocupada – Papá señaló la silla y yo mire con una sonrisa a la señorita Aurora, quien se fue a sentar.

El silencio se hizo presente, otra vez, me estaba poniendo nerviosa, el silencio no me gusta para nada. Además que este día fue de lo peor, me enfermé, y para colmo solo puedo comer cosas livianas, nada de dulces y otras cosas, ¡de lo peor!

– t/n tienes que comer – Mire a papá con mala cara, a punto de hacer un berrinche. – No empieces con tus berrinches – Mire para otro lado enojada.

– Pequeña, come un poco, si lo comes te mejorarás – Aún enojada mire a la señorita Aurora. – Aunque sea prueba un poco, si? – Volví a mirar mí plato de comida, el cual era polenta con salsa, lo miraba con asco.

– Se que no me va a gustar, pero ya que... – Mire por unos minutos la cuchara que tenía un poco de polenta con salsa. – 1...2...2 y medio... –

– ¡No puede saber tan horrible eso, aver dámelo! – El señor Sanzu me quito la cuchara y se la metió en la boca. – No está tan mal – Volteó a mirarme. – Me voy a arrepentir mil veces de esto... – Mí tío Sanzu agarró la cuchara y me dijo que abriera la boca, con miedo lo hice, y el me hizo tragar aquello. Tan rápido como mí boca entró en contacto con eso, lo vomité, y como mí tío Sanzu estaba al frente lo vomité a el.

– Jajajajaj – Se reían mis demás tíos.

– Ahora mismo le traigo una servilleta – La señorita Aurora se hiba a levantar pero papá no la dejo, le dijo que no se hiciera problema, que se quedará sentada.

Después de ese problema que hubo, gracias a mí, las mucamas limpiaron todo, y el tío Sanzu se fue a cambiar un poco enojado, mientras tanto papá me llevo a la habitación y me acostó, ya que ya era de noche.

– Mañana no irás al colegio – Me sorprendí, le hiba a preguntar porque pero me interrumpió. – t/n mañana es domingo, es obvio que no tendrás colegió –

– ª – Fue lo único que salió de mí boca. Papá se acostó al lado mío.
– Espera, el tío Ran me tenía que hacer mimos! – Reproche.

– El no podrá, ahora solo duerme para que mañana ya estés mejor si? – Asentí y me recosté en su pecho, minutos después ya estaba dormida.

\\-Eres nuestro deber-\\ ✓Bonten✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora